“Sin la claridad os falta todo.”

TOMÁS DE IRIARTE Y OROPESA

“¿De qué apagado espejo, de qué nave 
de los mares que fueron su aventura, habrá surgido el hombre gris y grave
 que me impone su antaño y su amargura?
 Sé que me sueña y que me juzga, erguido.
 El día entra en la noche. No se ha ido.”

JORGE LUIS BORJES

En mal momento —nunca es bueno, pero ahora resultó peor— secuestraron a cuatro estadounidenses en Tamaulipas; ahí, muy cerca de la frontera con EU. Sucede que en nuestro vecino país del norte se están juntando las razones, las sinrazones y sus próximas elecciones para que unos y otros señalen la violencia, los cárteles y el narco gobierno en México. El secuestro de cuatro de sus ciudadanos solo empeora el ya de por sí crispado ambiente.

William Barr, quien fuera procurador general en tiempos de Donald Trump y quien trató de llevar a juicio al general mexicano Salvador Cienfuegos —detenido en Estados Unidos por presuntos nexos con narcotraficantes—, realizó serias afirmaciones en el “The Wall Street Journal”. Unas declaraciones que el gobierno de la 4T ha dejado pasar sin más (apenas ayer López Obrador desdeñó todo el alboroto que en Estados Unidos se trae con México simplemente diciendo que se trata de ‘tiempos electorales’…).

Y si bien los tiempos electorales en Estados Unidos ya iniciaron, las acusaciones y señalamientos que se están realizando sobre México van mucho más allá que eso.

Veamos: Barr dice que la estrategia de “abrazos, no balazos” no sirve (¡qué novedad!), pero que encima de todo López Obrador ha invocado de forma permanente la “soberanía nacional” para bloquear el trabajo que se hacía entre ambas naciones. De forma lapidaria compartió: “Los cárteles mexicanos se han florecido porque los gobiernos mexicanos no han tenido el deseo de acabarlos, con excepción del presidente Felipe Calderón, que fue con todo contra los cárteles; hoy, el facilitador en jefe de los cárteles es el presidente López Obrador”.

Una declaración que rompe con formalismos y diplomacias; además, el haber sido publicado en el mencionado diario avisa que no se trata de un cotorreo.

Lo anterior coincide con la iniciativa de ley presentada en el Congreso de los Estados Unidos que propone usar al ejército estadounidense para combatir cárteles de la droga mexicanos. Una propuesta lanzada por congresistas demócratas y republicanos en conjunto…

Encima, todo lo anterior tiene antecedentes. Posiblemente el más sentido —y con razón—, las 100 mil muertes de norteamericanos a causa del fentanilo que está entrando a Estados Unidos desde nuestro país.

Eso y el haberse sentido burlados con la extradición de Cienfuegos y el que el gobierno mexicano ni siquiera puso al militar bajo averiguación…

Con todo esto, el secuestro en Matamoros de cuatro ciudadanos estadounidenses es —en palabras de la Casa Blanca— “simplemente inaceptable”.

Mientras esto sucede, ¿qué hace el gobierno mexicano? López Obrador y su gabinete insisten en capitalizar políticamente —están en plena campaña 2024 rumbo a la Presidencia— para consumo de sus electores el juicio y condena en EU de Genaro García Luna. Hacen como que no se dan cuenta de que la cooperación bilateral está afectada (añádale las controversias en el T-MEC) y que hay todas clase se quejas interpuestas por diversos canales contra gobierno e instituciones mexicanas.

El juicio contra García Luna, lo dijimos, fue también un juicio contra el régimen obradorista. Pero más importante aún, constituye la ventana de oportunidad para que agencias y legisladores norteamericanos den un paso al frente y liguen la palabra terrorismo con células de crimen organizado operando en México, a posibles lazos de estas con el gobierno actual (¿Mario Delgado?) y a eventualmente desplegar agentes/militares estadounidenses en nuestro territorio.

Y si bien durante SU administración se registra una estela de muerte de más de 148 mil asesinatos producto del crimen (y otros tantos miles de desaparecidos), AMLO ha decidido que lo mejor es invitar a periodistas a celebrar su mañanera del jueves 9 de marzo en el búnker de lo que constituía la Secretaría de Seguridad (con su extinta Policía Federal), hoy en manos del Ejército.

Los estadounidenses no se andan por las ramas; podemos estar seguros que se meterán de lleno en este entuerto (crimen organizado operando en México) y lo harán el tiempo que estimen necesario. Andrés Manuel lo toma a broma y a chacota, mas hay seriedad en las acusaciones de Estados Unidos y muchas formas en las que ello puede impactar a México.

Esperemos que el gobierno de AMLO encuentre pronto con vida a los cuatro secuestrados estadounidenses. Que si fueron sustraídos por narcotraficantes, estos no los hayan ejecutado. Un escenario así cerraría todavía más el reducido campo de maniobra política que tiene Joe Biden.

Total, que mientras el gobierno de Estados Unidos está en alerta máxima por el secuestro de sus ciudadanos en nuestro país, López Obrador planea su mañanera ‘en el búnker de García Luna’. Solo falta que invite a Ken Salazar a la misma… Digo, previendo que embajador y estadounidenses vayan a terminar despachando desde allí, con militares o navales norteamericanos incluidos.