Uno de los rezagos más importantes en materia de gobernanza pública, es el que tiene que ver con la dirigencia del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE); cúpula que aún dirige Juan Díaz de la Torre que, no quiere, no desea, ni pretende moverse de ahí.

Lo cierto es que hay millones de pesos que moviliza este sindicato, el más importante -por su número- de todo el continente, que depende del 10 por ciento del salario de más de un millón y medio de docentes registrados en todo el país, que generosamente la Secretaría de Educación Pública pellizca y entrega a esta cúpula sindical.

Por demás se sabe que, en 2018, con el arribo de Andrés Manuel López Obrador, las horas de Díaz de la Torre estarían contadas, ya que éste, asociado con el entonces presidente Enrique Peña Nieto, impulsó las reformas estructurales, y la “mal llamada reforma educativa”, un poco antes, también, el arresto de Elba Esther Gordillo.

Pero Díaz de la Torre logró mimetizarse casi a la perfección con el gobierno de la “transformación”, y como buen actor camaleónico ofreció una parte importante del gremio educativo -profesores, trabajadores administrativos y personal jubilado- al llamado del Proyecto de Nación que impulsa López Obrador.

Díaz de la Torre primero negoció con el entonces titular de la SEP, Aurelio Nuño Mayer (aquel funcionario público que corrigió a una menor de edad en un acto con un ”no se dice ‘ler’, se dice ‘leer’”) esta reforma administrativa al gremio; luego, la cuota de votos a favor de la coalición “Juntos Haremos Historia” con Esteban Moctezuma Barragán.

Con el expresidente ejecutivo de “Fundación Azteca”, Díaz de la Torre negoció obtener de manera constante y gradual recursos millonarios para realizar supuestas acciones de “comunicación” y “difusión” de algo que identificaron “como la nueva escuela mexicana”, uno de los depósitos se realizó el 27 de diciembre de 2019, por un monto de 200 millones de pesos y vinieron muchos, muchos, depósitos más, de los que no se han ofrecido cuentas.

El pacto se hizo un año antes, con la cúpula sindical magisterial que alargaba así su vida en el espectro social, incluso, antes de que López Obrador y sus titulares de las secretarías de Estado tomaran protesta de Ley; llegó la pandemia, y Díaz de la Torre continúa en el mismo puesto.

Tras el arribo en 2018 de López Obrador a la silla presidencial, en la SEP han desfilado, además de Moctezuma Barragán; también Delfina Gómez Álvarez y Leticia Ramírez Amaya; por eso, con estos antecedentes, se antoja vislumbrar que Díaz de la Torre se quede hasta 2024, cuando llegue otra persona que ocupe la vacante presidencial.

Pero con la inacción de la cúpula del SNTE ante sus agremiados, éstos ya hicieron la tarea en por lo menos 25 entidades del país y en los últimos años han consolidado el Movimiento Nacional por la Transformación Sindical (MNTS), y crearon un brazo político electoral, al que denominaron Redes Magisteriales por la Transformación.

La intención es, han dicho, analizar el contexto político y social y así vislumbrar el panorama que se avecina para 2024, claro, sin Díaz de la Torre y camarillas de por medio; personajes que han dañado con creces a millones de menores y jóvenes en todo el país, que según especialistas su inacción a favor del magisterio afecta ya a cinco generaciones de educandos.

Punto Cero

La Central de Pescados y Mariscos La nueva Viga, en Iztapalapa, estima comercializar de mil a mil 200 toneladas diarias de productos del mar, con derramas de 70 a 80 millones de pesos en la temporada de Cuaresma que arranca el próximo miércoles. Nuestro mercado es el segundo más grande del mundo, después del Tsukiji, en Tokio, Japón.

Periodista | @JoseVictor_Rdz