El secretario de Seguridad de Felipe Calderón enfrenta en Nueva York un juicio por narcotráfico. Son múltiples los señalamientos que hay en su contra por favorecer al cártel que lideraba Joaquín El ChapoGuzmán.

El lunes pasado, Sergio Villarreal Barragán, alias, “El Grande”, testigo protegido de la fiscalía, declaró ante los miembros del tribunal que Genaro García Luna trabajó para “El Chapo”; que se le entregaban millones de dólares a cambio de proteger al narcotraficante en su importación de cocaína para enviarla a EU y deshacerse de grupos rivales.

Efectivamente, García Luna tenía una doble función, pues mientras se suponía era el responsable de la seguridad pública en el país, formaba parte de la delincuencia organizada.

En estos días, y aún muchos antes, se han escrito cientos, miles de cuartillas en torno a las fechorías del hombre con más poder del gabinete de Felipe Calderón: “García Luna, el señor de la Muerte”, de Francisco Cruz. “Los cómplices del Presidente”, de Anabel Hernández. “Los Millonarios de la Guerra: El Expediente Inédito de García Luna y sus Socios”, de Peniley Ramírez. El “Licenciado”, de Jesús Lemus.

En todos estos trabajos hemos podido ver y conocer la carrera delictiva del temido policía, “protegido de Fox y Calderón, cómplices de sus crímenes, García Luna se convirtió en amo y señor del mal”. Creó una hermandad, “un ejército, un escudo humano afianzado por el dinero y el tráfico de influencias”. A eso se dedicaba.

Fue el personaje que tuvo la “autorización ciega del presidente Felipe Calderón” que le permitió tejer una maraña de complicidades; fue un personaje que al interior del gabinete presidencial calderonista, muchos lo veían con temor.

La historia de vida de la Secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez es otra diametralmente opuesta. Fue reportera primero del diario Ovaciones, luego de La Jornada. En la capital del país ha sido secretaria de Gobierno y formó parte del Gabinete de Seguridad en la CDMX, cuando López Obrador encabezó la administración capitalina.

En ese tiempo fue responsable de las 70 coordinaciones territoriales de seguridad. Estuvo al frente de las secretarías de Desarrollo Rural y Equidad para las Comunidades; de Desarrollo Social, directora general del Instituto para la Atención de los Adultos Mayores.

Estando en esta última área del gobierno capitalino, Rosa Icela Rodríguez hacía su trabajo cercana a la gente, en particular con la de la tercera edad; fue desde allí donde se generaron varias de las iniciativas de políticas públicas para entregar apoyos a madres solteras y a los jóvenes estudiantes.

Hasta ahora no conozco una sola nota, algún reportaje que acuse a la hoy titular de la SSPC de actos de corrupción, de tráfico de influencias, de complicidades

Mientras García Luna en vez de proteger a los mexicanos y al país, el consentido de Calderón formaba parte de la delincuencia organizada, Rosa Icela Rodríguez, en el gobierno capitalino de Marcelo Ebrard, trabajaba para dar un mejor nivel de vida y una adecuada condición de envejecimiento a las personas de la tercera edad.

Durante un foro Internacional sobre los derechos de las personas mayores, organizado por el entonces gobierno del Distrito Federal y el Centro Latinoamericano y Caribeño de Demografía (CELADE) de la CEPAL, presentó diversas iniciativas que hoy son reconocidas y replicadas a nivel nacional e internacional.

Se refirió a los compromisos de un gobierno social sobre la pensión alimentaria, la gratitud en la atención médica y la entrega de medicamentos. Destacó la necesidad de visibilizar la violencia y el abandono a las personas mayores, entregarles documentos de identidad a quienes no lo tuvieran, elaboración de testamentos a bajo costo y darles acceso a estudios a quien no pudo ir a la escuela, amén de destacar la importancia de la gratitud en el transporte de la ciudad.

Sí, no es lo mismo Rosa Icela Rodríguez que Genaro García Luna. No, no son lo mismo. Son historias de vida muy diferentes.

Periodista | @JoseVictor_Rdz