Durante más de 45 años pertenecí a la alcaldía Benito Juárez. Mi infancia y mi adolescencia y adultez transcurrieron específicamente entre la colonia Narvarte, y la colonia Del Valle.

Mi familia y yo fuimos muy fifís diría el presidente de México.

La verdad de las cosas es que es una alcaldía (me choca esa palabra, para mi memoria colectiva sigue siendo delegación) en donde  fui muy feliz.

Siempre liderada y gobernada por el PAN. Se vivía con relativa seguridad (alguna vez asaltaron a mi padre con pistola en mano fuera de casa y espejos robados de mi coche un día sí y el otro también) pero con el paso de los años de pronto mi familia y yo empezamos a ver con asombro la cantidad desmedida por no decir enloquecedora de él llamado “boom” inmobiliario.

Por supuesto, muchos vecinos nos empezamos a unir para emitir nuestra queja ante esto pero todo era en vano.

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Se rumoraba que primero con  el entonces “alcalde”  panista Jorge Romero entre el 2012 y 2015 recibía muchísimo dinero por permitir construcciones a destajo. Tantas que muchas de ellas  fueron hechas de tal manera al vapor  que quedaron  muy afectadas o hasta derruidas por el terremoto en el 2017.

Después llegó Cristhian Von Roehrich, también panista, de entre el 2015 y el 2018, a seguir permitiendo y cobrando licencias de construcción a destajo.

En en 2010  empezaron la construcción de lo que es ahora la torre Mitikah y con sorpresa veíamos que todo el pueblo de Xoco iba siendo aniquilado (la casa de mis padres estaba dentro de el pueblo). Para el 2016, en la colonia Del Valle empezaron la construcción del Hospital Ángeles Del Valle. Construcción que, al meter máquinas excavadoras, hacía que la casa de mi padre se cimbrara todos los días, y mi padre quien tenía demencia viviera aterrado pensando que estaba temblando.

Por supuesto que intenté hablar con el encargado de la obra, quien en un principio me mintió diciéndome que sería una “agencia de coches”, y enseguida me ofrecieron comprar la casa de mi padre como para que yo no estuviera molestando más, ante lo cual me negué pues no sacaría a mi padre de su casa.

Sobra decir cuán graves fueron los daños estructurales que quedaron en casa de mi padre. Nadie se hizo responsable. Y por sorpresa, lo que antes sería una sencilla agencia de coches, ahora era un  enorme hospital.

¿Quién dio todos esos permisos sin considerar los daños vecinales y ambientales?

Me duele decirlo y aceptarlo, yo siempre he votado por el PAN, pero no todos los panistas son buenos, honestos y correctos.

La “alcaldía” Benito Juárez se volvió una mina de oro para los panistas ahí electos, que no son ni correctos ni honestos ni buenos. Vieron la manera fácil de explotarla y generar millones por el hecho de brindar, insisto, a destajo permisos y licencias de construcción. Fue por eso que, de pronto y de la nada y con una rapidez impresionante, fueron construyendo uno a uno los famosos “City Towers”, que por cierto tuvieron mucha aceptación pero que fueron colándose como la humedad por todo el pueblo de Xoco.

Cuentan que a todos los habitantes de ahí les ofrecieron los duelos de Mitikah, comprarles sus casitas al doble y hasta conseguirles trabajo. Cosa que muchos aceptaron pero otros muchos se han negado a dejar su pueblo, sus costumbres y su arraigo, así les ofrezcan lo que les ofrezcan pero tristemente creo que terminarán por desplazarlos.

No, no todos los panistas son buenos y los habitantes de la alcaldía Benito Juárez tendrán que ponerse muy atentos y listos esta vez para no votar nada más por el partido, sino fijarse bien en las personas que pertenecen a ese partido y que quieran llegar a seguir carcomiendo las entrañas de la demarcación, permitiendo que, incluso, a no muy lejana fecha, sufran de desabasto de agua. (Ya se empieza a notar ese problema.)

No, no todo en el PAN es perfección.

Estos panistas ganadores de la alcaldía Benito Juárez han venido a manchar mucho de lo que había avanzado el blanquiazul en esa alcaldía en materia de seguridad y con una aceptación muy buena, como una alcaldía donde se vivía muy bien.

Hay que aprender muy bien de ahora en adelante  a discernir. Que aunque nos pongan carita de buenos y que no rompen un plato, sí  son muy capaces de romper, ellos sí, lo que sea con tal de sacar dinero de donde puedan. Ambos alcaldes jóvenes pero con mucho colmillo.

Tenemos que tener más cuidado en saber elegir. Ya sabemos que todos verán con ojo de signos de pesos esa alcaldía. Tomemos cartas en el asunto. Es ahora.

Es cuanto.