Hoy 28 de septiembre conmemoramos el Día de Acción Global por el Aborto Legal, Seguro y Accesible y es importantísimo reflexionar sobre este tema.

No es solo una fecha en el calendario, es un momento para conectar con la realidad de muchas mujeres que buscan tener el control de sus vidas. Es un día para recordar que la lucha por la despenalización del aborto es una lucha por la justicia y la salud de todas.

Ninguna mujer debería morir por un aborto inseguro, por lo cual es necesario pensar en las razones que pueden llevarla a tomar esa difícil decisión.

El movimiento feminista nos ha enseñado que no se trata solo de aborto, sino de un enfoque integral que abarque la salud sexual y reproductiva de todas las mujeres.

Desde la década de los setenta, el lema “aborto libre para no morir; anticonceptivos para no abortar” ha sido un faro de guía. No se trata de promover la interrupción del embarazo como una solución cotidiana, sino de empoderar a las mujeres para que vivan su sexualidad con libertad y con las herramientas necesarias para evitar embarazos no deseados.

Pero la realidad es que muchas mujeres aún no tienen ese control. La violencia y las desigualdades siguen siendo obstáculos, muchas veces insuperables.

En la actualidad un alto porcentaje de mujeres jóvenes en México tiene relaciones sexuales sin desearlo, ya sea porque son obligadas incluso dentro del núcleo familiar o porque viven en pareja sin desearlo, víctimas de trata o de matrimonios forzados. La mayoría de estas jóvenes, incluso niñas de 13 o 14 años, no usan métodos anticonceptivos, por desconocimiento o por prejuicio.

Además, en México, según datos de la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica (ENADID 2023), sólo el 60% de las adolescentes usan anticonceptivos. Y el acceso a métodos de emergencia es complicado y costoso.

Cada año, hasta 39,000 mujeres mueren en el mundo por falta de servicios de aborto seguro, una tragedia que podemos y debemos evitar.

Por eso, este 28 de septiembre, hablemos del aborto y sus causas, pero también debemos hablar de la forma de prevenirlo y cómo garantizar que las mujeres tengan acceso a información confiable, sobre todo, los métodos anticonceptivos disponibles, de forma gratuita y accesible.