Los señores de Azteca TV, Christian Martinoli y Luis García, en su momento, exigieron el respeto que nunca mostraron para con Miguel Herrera, metiéndose incluso con aspectos personales y su familia misma, al aire, con literalmente millones de televidentes. El castigo a “la salvaje golpiza” propinada a ese par de personajes en un aeropuerto de los Estados Unidos (tan sólo ese hecho descartaría la magnificación de tales hechos) se dejó llegar con todo, causando al futbol mexicano un daño incuantificable, ya que echó a la basura el ciclo mundialista a Rusia 2018 al despedir del cargo a Miguel Herrera y contratar a un charlatán, en la persona del colombiano Juan Carlos Osorio, y de paso no se aprendió la lección y se volvió a traer a otro perfecto desconocedor del futbol mexicano, Gerardo, el Tata, Martino.
Hoy, luego de 7 largos años con DTs extranjeros por fin vuelve a dirigir un mexicano, y es increíble, pero los resultados se pudieron ver a los dos minutos del primer partido Vs Honduras en Copa Oro.
Hay quienes afirman, y no es un disparate, que los locutores de Azteca tienen línea de sus patrones, esto por el golpe que la Femexfut les propinó al quitarle a ese grupo empresarial la Dirección técnica de la Selección Mexicana, en la persona del argentino Diego Martin Cocca.
Pero en cuanto al respeto y la pulcritud que siempre han solicitado los señores García y Martinoli, el sábado no se cansaron de burlarse de la persona del futbolista mexicano del América y de la selección, el yucateco Henry Martín, otra vez en plena transmisión de TV abierta, por el motivo de haber ganado balón de oro de la Liga Mx como mejor delantero, goleador y jugador.
De entrada, Martín fue de los mayores goledores del semestre a nivel internacional, luego un referente al ataque siendo mexicano, que es la parte de la cancha donde más México sufre, todo esto, además de un gol en el mundial de Qatar 2022, incluido.
En fin, si Christian Martinoli y Luis García exigen total respeto, cual muñequitos de porcelana, deberían comenzar por darlo, evitándose mofas a profesionales de su mismo medio, esto es, el futbol mexicano. De continuar con sus risas y comentarios hirientes (repito, al aire y con millones de espectadores escuchando, niños incluidos) llegará el día (que ojalá no suceda) en que algún ofendido y/o aludido los encare de no muy buenos modos. Que no se extrañen ni salgan chillando a los cuatro vientos, exigiendo ‘ejemplares castigos’, ya que sabido es que el que siembra vientos, cosecha tempestades.