“El peor enemigo de un judío es otro judío… El peor enemigo de un árabe es otro árabe”.
Conocimiento popular
Para contestar esta pregunta que tiene a prácticamente todo el mundo en intriga, voy a exponer un ejemplo muy claro:
En una zona residencial que cada vez fue más cara y exclusiva había dos grupos de administradores, uno llamado Israel, y el otro llamado OLP, ambos cobraban cuotas de mantenimiento a sus habitantes, y ambos manejaban dicho territorio de manera más o menos estable, y tenían representatividad a nivel mundial, inclusive en determinado momento sus dirigentes se ganaron el premio Nobel de la Paz; aunque también en algunas ocasiones por diferencias principalmente políticas hicieron desmanes, como en Munich o en Entebe, pero jamás como el del 7 de octubre trillado.
El problema comenzó cuando falleció el administrador principal de la OLP, llamado Yasser Arafat, premio Nobel de la Paz, y no supieron organizarse los siguientes, o no quisieron, y generaron un grupo de choque entre ellos mismos, muy inentendible, que no era ni de izquierda ni de derecha porque jamás se definieron, pero lo más irrisorio es que le pusieron de nombre: “Hamas”, que es una palabra hebrea que aparece en la Biblia en Genésis, en la época diluviana.
Y ese grupo de choque llamado “Hamas” comenzó a crecer como un monstruo, o más bien, lo dejaron crecer y transformarse, se dieron cuenta que estaba creciendo potecialmente al ver que aumentaron las cuotas de mantenimiento y que estaban construyendo túneles subterráneos; también se dieron cuenta que estaban recibiendo mucho dinero y armamento, y aún así y lo dejaron crecer, habiendo cientos de explicaciones al respecto, pero las consecuencias ahora, como las estamos viendo, fueron devastadoras.
Finalmente, el análisis principal del presente ensayo es saber por qué Hamas, con todos los antecedentes ya descritos, está liderando las negociaciones de paz en Medio Oriente, –ahora en Egipto–, y no la propia autoridad competente y reconocida palestina liderada por Mahmud Abbas, quien ha aparecido muy limitadamente en el plano político, y también preguntarnos por qué otras instituciones que podrían ya cerrar el proceso de paz tan anhelado en Medio Oriente, además del esfuerzo sobrehumano que ha hecho Donald Trump, no lo han hecho, incluyendo al alto comisionado de Derechos Humanos de la ONU, a la OTAN, a la Liga Árabe, a la OPEP, ya que la gran mayoría de los involucrados son países petroleros, a Greenpeace, y hasta a la FIFA, y, aunque parezca no creíble, quizá en Mexico tenemos la solución para que se genere la paz en Medio Oriente, utilizando nuestra política posrevolucionaria de 200 años de antigüedad única en el planeta Tierra, y estableciendo con ella la paz primero entre Israel e Irán, como ya lo propuse, aprovechando todo lo que une a Irán y a México por ser de los países que el mundo entero se ha beneficiado con su petróleo.