Así como se hablaba en el PRI de Salinas y antes de él, de que el poder estaba en manos del “Grupo Atlacomulco”, actualmente, en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, se habla del ya famoso “Grupo Tabasco”, hecho a imagen y semejanza de aquél de Carlos Hank y Salinas.

En realidad, el grupo Tabasco no nació con AMLO, es una ramificación del Grupo Atlacomulco y ahora “va por todas las canicas”, como en su momento lo hicieron los del Estado de México.

“Para los jóvenes y que no se les olvide”

El Grupo Atlacomulco se remonta a los años cuarenta, fue fundado por Isidro Fabela Alfaro durante su gubernatura y, al amparo del gobierno, se volvió muy poderoso política y económicamente.

Entre sus más destacados miembros estuvieron: los Montiel, Hank González, Del Mazo Vélez, Sánchez Colín, Adolfo López Mateos, Emilio Chuayffet y otros personajes que fueron clave para su encumbramiento político y económico, como Antonio Ortiz Mena, Raúl Salinas Lozano y, desde luego, el tabasqueño (alter ego de AMLO) Carlos Madrazo y la mano derecha de Hank, Manuel Gurría Ordoñez.

Este grupo mexiquense se consolidó durante la presidencia del ídolo de AMLO, Adolfo López Mateos, quien tuvo en su Gabinete a grandes personajes que aún hoy encontramos en la 4T.

Raúl Salinas Lozano, fue secretario de Industria y Comercio y desde el gobierno apoyó la formación de grandes fortunas como la de Alejo Peralta, padre de Carlos, dueño de IUSA y actual proveedor único para la CFE de Bartlett, de quien son grandes amigos y, por cierto, comparten con AMLO su afición por el béisbol. Otro personaje que despuntó en los sesenta con el apoyo de Salinas Lozano fue Ricardo Salinas, uno de empresarios consentidos de AMLO con su Banco Azteca y Elektra.

También y nada casual, Raúl Salinas de Gortari fue quien le prestó a Salinas Pliego los 27 millones 790 mil dólares para que comprara Imevisión y lo convirtiera en TV Azteca, justo cuando su hermano, el presidente, entregó bancos y empresas a sus cuates.

Otro importante personaje, fue el secretario de Hacienda, Antonio Ortiz Mena, cuñado de Raúl Salinas Lozano y de Salomón González Blanco, quiénes entablaron su poder político y económico en el estado de Chiapas. El hijo de Salomón, Patrocinio González Garrido, fue gobernador y secretario de Gobernación con Salinas. Cuando su padre era secretario del Trabajo, se casó con Patricia Ortiz Mena Salinas, hija de dos compañeros de Gabinete de su padre, el entonces secretario de Hacienda, Antonio Ortiz Mena y la hermana del secretario de Industria y Comercio, Raúl Salinas Lozano. Patrocinio, además, era sobrino del mayor cacique de Tabasco y Chiapas, Tomás Garrido Canabal.

“No somos como los de antes”

Hoy una buena parte de su descendencia está metida hasta el cogote en la 4T. La hija de Patrocinio, Josefa, fue la primera secretaria de Medio Ambiente de AMLO y es embajadora de México en Reino Unido. Su prima hermana, Tania Ortiz Mena es la CEO de IEnova, una empresa de energía a la cual la 4T le ha dado gaseoductos, terminales de regasificación y centrales de generación y que es subsidiaria de una de las más importantes en Estados Unidos, Sempra Energy, ligada a intereses de Trump.

En esta ramificación del Grupo Atlacomulco en la 4T, destacan dos piezas políticas fundamentales del obradorismo, primero, el actual secretario de Gobernación -y “tapado” de AMLO para la presidencia- Adán Augusto López Hernández quien, para más referencia, inició su carrera política en el equipo de Manuel Gurría Ordoñez.

Su cuñado, el gobernador chiapaneco Rutilio Escandón, trabajó en el gobierno de Salinas de Gortari como Director de la Frontera Sur del Instituto Nacional de Migración, y fue nombrado por el entonces secretario de Gobernación, Patrocino González.

Otro de los políticos del grupo Tabasco-Atlacomulco, es Humberto Mayans Canabal, descendiente del cacique Tomás Garrido Canabal y también cuñado de Adán Augusto. Miembro del equipo de Carlos Hank González, quien lo hizo delegado político en Venustiano Carranza cuando era Regente del DDF. Con Salinas fungió como Coordinador de Delegaciones de Banobras y agregado comercial en la Embajada de México en España. Luego regresó a Tabasco por invitación del gobernador Manuel Gurría, quien le dio el cargo de Secretario de Desarrollo del gobierno estatal.

La repartición del pastel

Ya con AMLO, en el reparto de negocios y puestos políticos, participan todos, esposas, familiares y amigos: La esposa del director de Pemex, ocupa el cargo de secretaria técnica del Consejo Nacional de Salud; Rosalinda López Hernández, hermana de Adán Augusto y esposa de Rutilio, fue nombrada Administradora General de Auditoría Fiscal Federal.

Otro importante personaje, bueno para los negocios locales, es el nuevo director de Fonatur, Javier May, queien, luego de encargarse de los programas sociales, vamos, de repartir la lana, ahora se encarga de la tala inmoderada de la selva en Yucatán para el Tren Maya. En el Banco del Bienestar, pusieron a otro tabasqueño que se formó en las filas del salinismo, Víctor Lamoyi Bocanegra, y su hermana también ocupa un importante puesto en el gobierno de Tabasco.

Audomaro Martínez Zapata, director general del Centro Nacional de Inteligencia (antes CISEN), tiene la importante tarea de fortalecer al Grupo Tabasco y eliminar a sus oponentes desde las áreas de inteligencia.

El director de Pemex, Octavio Romero y el director de la CFE, el tabasqueño-poblano Manuel Bartlett, se encargan de los pingües negocios de la energía, conIUSA, de los cuates Peralta y Salinas de Gortari.

Al final, la única gran diferencia entre los de Atlacomulco y los de Tabasco, es que los primeros tenían cierta visión e idea de gobierno y los de hoy, dándole el avión al adoctrinamiento de Andrés, sólo ven por y para ellos.

Manuel Díaz en Twitter: @diaz_manuel