La mejor acción en un clima parecido es actuar en consecuencia. Por este motivo, se ha hecho un llamado a la unidad nacional. La obligación de la seguridad de la población recae en las autoridades estatales y federales. Por supuesto, con esto se establecen objetivos y metas, pero también líneas específicas para comprometerse a que las condiciones sean óptimas en cualquier entidad. En gran medida, los resultados a corto, mediano y largo plazo serán capaces de confirmar todo esto. Es necesario un periodo de tiempo para restaurar el tejido social. La voluntad, los procedimientos y las acciones inherentes son esenciales para que esto se establezca. Se han utilizado programas sociales y, en consecuencia, becas para jóvenes desde la infancia para frenar comportamientos antisociales. Es muy posible que existan personas que critiquen ese tipo de asistencia. El problema radica en que, para muchos, este recurso se emplea de la forma más eficiente posible para obtener alimentos y recursos académicos.
Es evidente que los sucesos tan desafortunados que ocurrieron generaron un cambio significativo no solo en la percepción de los ciudadanos, sino también para impulsar acciones específicas. A pesar de todo, claro está, es importante resaltar que el gobierno de Claudia Sheinbaum ha considerado muy seriamente la voz legítima de estas manifestaciones en paz. Observó el clamor social. Como es bien conocido, la declaración de las Secretarías de Estado acerca del plan particular de Michoacán, va a transformar las políticas sociales basadas en el reconocimiento ciudadano. Inicialmente, lo hemos discutido en otros foros de opinión, especialmente cuando la obra y la infraestructura de esta tierra purépecha, iniciaron hace mucho un proceso de edificación, principalmente en lo que respecta a movilidad.
Por lo tanto, el Plan Michoacán incorpora una variedad de componentes que robustecen las políticas públicas que han entrado en vigor durante un periodo con el propósito de elevar el nivel de vida de los habitantes. En realidad, todo esto refleja la buena voluntad y la dedicación del gobierno federal liderado por Claudia Sheinbaum. Para quienes lo emplean de forma responsable, el poder institucional posibilita atender las causas que impactan a la población. Por ejemplo, Michoacán es uno de los territorios que más respaldan el mandato popular. El 80% de los michoacanos, que ratifican su posición mediante encuestas y entrevistas, han dado su respuesta y, a su vez, valoran el trabajo desde todos los puntos de vista.
Desde su comienzo, el Plan Michoacán establece un presupuesto extraordinario considerable. En realidad, este monto será adecuado para abordar temas relacionados con el desarrollo a través de programas sociales. Asimismo, el sector agrícola, que se ubica en una de las zonas más productivas del país, dispondrá de estrategias para seguir mejorando su competitividad. Se pondrán en marcha becas en áreas como la educación, donde los estudiantes y la comunidad requieren condiciones más favorables, sobre todo en lo que respecta al proceso de enseñanza y aprendizaje. Gracias a este conjunto de propuestas, Mario Delgado será la persona responsable de gestionarlo, tras el anuncio realizado en Palacio Nacional.
De la estructura económica de la federación es otro elemento que no podemos ignorar, especialmente por su importancia. Desde hace meses, Michoacán se benefició con el inicio de los Polos de Desarrollo. Por ejemplo, el Bajío será el centro de la industrialización que se ha planteado. Tengamos en cuenta que esta entidad, con abundantes recursos naturales, es apta para inversiones. Es necesario que confiemos, desde el principio, en un plan como este, ya que se ha previsto una inversión millonaria para extender el tramo, aunque con la condición de que se considere el potencial del puerto Lázaro Cárdenas. A través de ese ancho, en definitiva, se alcanzarán proporciones mayúsculas para el mercado interno y, por ende, la generación de fuentes de empleo.
También en la Secretaría de Economía, que el fin de semana pasado estuvo en Palacio Nacional con sus representantes para dar los detalles del plan, se delinearon las particularidades que, además de todo, favorecerá a los productores.
Michoacán, como tal, ha logrado consolidarse como el mayor exportador de melón, aguacate, limón y mango. Eso estaría en manos de Secretarías de Estado fundamentales, como la del Bienestar. En las primeras horas de esta semana, efectivamente, el mismo gobierno de Sheinbaum anunció coordinaciones que asumirán. Por eso, lo que Claudia esbozó, para los que viven en tierras purépechas, es una ola de fe que abarca aspectos necesarios para el crecimiento, ya que la vivienda y el acceso a más actividades culturales y deportivas, también impulsarán la regeneración del tejido social.
Sin lugar a dudas, será un plan de alto nivel político. El compromiso que Claudia tomó con Michoacán, en realidad, tiene muchas expectativas que se presentaron de manera precisa en Palacio Nacional. Sin exagerar, las decisiones del Plan se adhieren rigurosamente a una política de fortalecimiento que nació precisamente de conversaciones con la población en general, los presidentes municipales y los ciudadanos.
A propósito de ello, el Plan Michoacán se aprecia con todo su contenido y rubros específicos. Tiene, de entrada, toda la legitimidad para mantener la gobernabilidad. Los mismos actores de peso de la clase política de México, de comunicación o posicionamientos, fijaron su punto de vista. Los líderes de la cámara baja, específicamente de la coalición Seguimos Haciendo Historia, acompañan este conjunto de ideas que, en sí, son la respuesta oportuna ante el clamor social. Así lo dijo el líder de la fracción parlamentaria del PT en San Lázaro. Él, en su calidad de comisionado nacional del Partido del Trabajo, y uno de los personajes más allegados a Alberto Anaya, coincidió con la sensibilidad que tiene Claudia, especialmente en las numerosas acciones que vendrán a revolucionar Michoacán con políticas de Estado, pues habrá, bien lo dijo él, una reestructuración de un patrón social.



