Estimado licenciado Romo,

Por medio de la presente carta me dirijo a usted para felicitarlo por encabezar el resurgimiento del Banco Nacional de México (Banamex), suceso con el que esperamos que bancariamente México vuelva a tener un lugar predominante en el mundo, como el que tenía cuando el presidente Richard M. Nixon gobernaba los Estados Unidos y prefirió a México para ahorrar los recursos utilizados en la guerra de Vietnam.

Le comento como anécdota personal que hace aproximadamente 5 años tuve la oportunidad de viajar a los Estados Unidos por cuestiones académicas, y visité un banco del grupo Citi, ingresé y le pregunté al gerente que si aperturaba una cuenta en su sucursal podría desde un banco citi-Banamex de México de esa época depositar dinero a dicha cuenta, lo cual negó rotundamente, explicándome que tendría que realizar una transferencia bancaria con el pago de los impuestos establecidos al respecto, desde México a los Estados Unidos, lo cual me decepcionó ideológicamente mucho, porque, como la gran mayoría de los mexicanos, pensé que citi Group y Banamex eran verdaderos aliados para beneficio de sus clientes.

Otra gran anécdota que deseo compartirles es sobre la sucursal de Banamex que se encontraba en la plaza de Santo Domingo en el Centro Histórico de la Ciudad de México, donde mi padre tenía sus cuentas de ahorro del dinero que ganaba de venta de zapatos de sus tiendas que se encontraban enfrente, en la calle de República de Brasil; resulta que una esquina anterior de la calle era el palacio de la inquisición española, donde existe evidencia histórica de que estuvo el mismísimo general José María Morelos y Pavón encarcelado, pero como era tan venerado hasta por el ejército realista, le permitieron escapar por un túnel subterráneo que terminaba precisamente en el edificio donde estuvo esa sucursal de Banamex, que dicho con orgullo nacionalista, sería fascinante que regrese a ese lugar.

El susodicho palacio de la inquisición lo transformó el Dr. Valentín Gómez Farías y presidente de México en la Escuela de Medicina hasta la actualidad.

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Por último le comento que ya que volvieron a llevar el nombre de México como banco, ahora sí patentemente, traten de evitar ofrecer tarjetas de crédito a sus clientes para después rechazarlas, ya que desde un inicio, si dichos clientes no son candidatos para recibir una tarjeta de crédito, que yo espero que próximamente la humanidad ya deje de utilizarlas, no ofrecerla, ya que genera falsas expectativas afectivas de lograr obtener dinero, aunque sea con intereses altísimos, pero en tiempo real, y en tiempos de crisis económica compatible muy desafortunadamente con la de la época de 1929.

Atentamente,

Dr. Alberto Halabe Bucay

Pediatra egresado del Hospital Infantil de México ”Federico Gómez”.