Andy López Beltrán no necesita presentación. Es hijo de Andrés Manuel López Obrador. Gracias a la ascendencia de su padre sobre el partido Morena, el vástago ha sido capaz de escalar hasta las más altas esferas de la política partidista. Según ha trascendido, gozaría de mayor poder en la estructura política del partido oficial que la propia presidente Luisa María Alcalde.
En estas líneas me refiero a él mismo y a otros dos mexicanos que comparten un rasgo con López Beltrán pues son hijos de expresidentes: Cuauhtémoc Cárdenas y Enrique de la Madrid.
Cárdenas y De la Madrid, al igual que Andy, buscaron en el pasado seguir los pasos de sus padres para convertirse en presidentes de México. Han fracasado en cada intento, lo que ha derivado de fraudes y pugnas internas.
Cárdenas es –y ha sido– un gran hombre de izquierdas. Comprometido con los valores del nacionalismo revolucionario, contendió legítimamente en tres elecciones presidenciales. Quizás haya ganada la de 1988. Tuvo participaciones honorables en los comicios de 1994 y 2000. En todo caso, es un mexicano honesto y sencillo que ha demostrado un verdadero amor a su patria, y que sacrificado sus ambiciones políticas por la estabilidad del país, como lo hizo claramente tras su derrota frente a Carlos Salinas.
Enrique de la Madrid, por su parte, carga sobre sus hombros la impopularidad de su padre y el peso de ser hijo de uno de los pioneros del neoliberalismo en México. En tanto que priista de pura cepa, ha siempre representado al puñado de políticos honrados y competentes que han ofrecido sus talentos y experiencia en favor de la edificación de un mejor país. No ha sido exitoso en términos políticos, a pesar de su paso por organismos como Bancomext y la Secretaría de Turismo.
López Beltrán, en contraste, representa la antítesis de Cárdenas y de De la Madrid. Se trata de un individuo sin carisma ni talentos ni competencias ni escrúpulos ni educación ni valores. Por el contrario, encarna lo más rancio de la política mexicana; aquella ligada al oportunismo y a los lujos. Sus recientes dispendios en el extranjero han dado cuenta de la falsedad de su discurso.
Desafortunadamente, a diferencia de Cárdenas y De la Madrid, Andy se encuentra hoy en el círculo del poder en México, y bien podría alcanzar el sueño de los otros. Según se especula, estaría interesado en buscar la candidatura de Morena a la Ciudad de México, o quizás, iría “por la grande”. Que no sea así.