La noticia acerca del “triunfo” de la aerolínea Viva Aerobus no va a poner nada contentos a los pasajeros, sobre todo los que estaban interesados en que la aerolínea no les cobrara el equipaje de mano.

Este es, y ha sido, todo un tema en la aviación, sobre todo cuando los pasajeros estaban acostumbrados a que el equipaje de mano fuera siempre completamente gratis, aunque subieran con maletas de más de 25 kilos.

Con la llegada del modelo de bajo costo se modificó el manejo del equipaje. Muchas veces me he encontrado con usuarios que no entienden por qué les cobran su equipaje de mano, ya que este debería de ser gratis, pues hay espacio arriba de su asiento, y bueno…, antes era así.

Les explico: con las nuevas configuraciones de los equipos que operan las compañías aéreas de bajo costo, el punto de partida es que no todos los compartimentos del avión están libre para el uso de los pasajeros.

Para empezar hablemos del equipo de emergencia; dependiendo del modelo de avión, el equipo de emergencia consta de megáfono, desfibrilador, extintores, tanques de oxígeno, botiquines de emergencia, chalecos salvavidas, máscaras contra humo. Todo este equipo se reparte entre los compartimientos, tanto de la parte delantera como de la trasera.

A pesar de que se busca que ocupe el menor espacio posible, su presencia cancela, por lo menos dos compartimentos, dejando fuera entre dos a tres maletas, incluso cuatro si son pequeñas. Razón por la cual, estas aerolíneas incentivan “viajar ligero”, sin equipaje de mano. Así es como, con bombo y platillo, Viva Aerobus anuncia su batalla ganada ante los tribunales.

“Esta resolución a favor de la aerolínea resulta de un amparo interpuesto por Viva Aerobús, por la alerta emitida por Profeco el 1 de diciembre de 2021, cuya interpretación de la Ley de Aviación Civil difería con lo ofrecido por la Tarifa Zero”.

Lo que significa que la sentencia de la autoridad judicial ha determinado que los pasajeros pueden acceder a dichas tarifas preferenciales como Zero, Light y Extra, si deciden renunciar a su derecho de transportar equipaje de mano o equipaje documentado.

Evidentemente esta resolución emitida por un tribunal no va a poner contentos a varios pasajeros que se han quejado sobre el tema del equipaje, pero “aléguenle al umpire”. Una realidad es que muchas veces las compañías aéreas abusan al hacerle creer a los usuarios que todo será miel sobre hojuelas, y suelen omitir las letras pequeñas.

Cuando llegan al mostrador a documentar a un vuelo, en ese momento comienza el descontento -y desconcierto- por parte de los usuarios, que creían haber adquirido una cierta tarifa, a la que tiene ciertos privilegios y resulta que por no leer las letras pequeñas del contrato, se topan con desaguisados y malos sabores de boca, porque resulta que su boleto no incluía todo lo que la promoción les había prometido.

Ese es un gran problema de muchas líneas aéreas; a veces el personal encargado de la mercadotecnia no se mide, y con tal de hacer mucho más atractivas las promociones, terminan cayendo en publicidad engañosa.

La creación de miles de tarifas distintas no es una novedad, en la aviación tradicional no todos los lugares tienen el mismo costo, hay una gran abanico de tarifas diferentes; de las que ahora tengo más presente están “la Julieta, la Oscar, la Kilo y la Papa”.

Cada una de ellas tiene un costo distinto, aunque sea la misma ruta a la misma hora del mismo avión; pueden variar varios miles de pesos entre cada una de ellas. La diferencia es que el pasajero de la línea tradicional paga sin buscar una tarifa en especial, ya que independientemente de la tarifa, toda la clase turista o si cuenta con una clase ejecutiva, tienen derecho a lo mismo, “x” número de kilos en equipaje de mano y en equipaje documentado.

Lo que hacen muchas veces en las bajo costeras es ofertar las diferentes tarifas, y dependiendo de cada una, se le van incluyendo más cosas. Por decirlo de alguna manera, al pasajero le ofrecerán “de menos a más”, para que sea su decisión el ahorro que quiera, y no pierda la sensación de que el boleto le salió barato. Pero las más de las veces, en esas combinaciones no cuentan con que tenía que pagar el equipaje documentado, o que no tiene derecho a 25 kilos en equipaje de mano, sino solo 10 Kg… y hay que pagar.

Al final, los costos terminan siendo muy similares entre las bajocosteras y las tradicionales. Y tengo que decirlo, este fenómeno es mucho más frecuente en los boletos adquiridos “on line”, porque nunca se habla con otro humano, todo es ante una pantalla. La comodidad a veces puede salir muy cara.

Pues bien, Viva Aerobus gana esta batalla; el argumento legal no es descabellado: “fue el propio pasajero quien aceptó las condiciones”, y por supuesto la empresa destaca -y explotará- que ese trato, más que un abuso, es un “beneficio para sus pasajeros” pero ¿ellos pensarán lo mismo? La verdad yo no lo sé, pero me gustaría conocer su opinión.