Hay mucho que reflexionar de las pasadas elecciones del 6 de junio, una vez más la sociedad mexicana salió a ejercer un derecho consagrado en la Constitución y que debemos defender para que continue siendo válido y útil. En ese sentido, para quienes venimos de un partido histórico por sus luchas y tradición revolucionaria, es obligación entender que la movilización social y la reconfiguración constante del México progresista, es relativa a la situación del momento.
Antes del 6 junio, Morena tenía 253 curules en la Cámara de Diputados; este próximo primero de septiembre ya sólo tendrá entre 190 y 203 curules, lo que significa que de no formar alianzas no tendrán el poder legislativo que ganaron hace 3 años. Es normal que la alianza con el PT y el Partido Verde continúen, pero ahora también tendrán que negociar con la oposición, para poder lograr hacer cambios constitucionales, ya que para eso necesitan 333 +1 votos que hoy no tienen.
Un partido que gana gubernaturas, la mayoría absoluta del Congreso y la mayoría de los ayuntamientos tiene un triunfo arrollador.
No importa si el segundo lugar estuvo muy lejos o muy cerca. Es como en el fútbol, lo que cuenta son los goles, pero en este caso no observamos eso, queda muy lejos el voto masivo por Morena del 2018, se ganaron varios estados si, pero en conjunto esto representa el 21.8 % del país, mientras que el PRI aún conservando sólo 4 estados sigue gobernando al 21.7 % de la población del territorio nacional.
Ahora analicemos lo que es una derrota histórica de 18 años de gobiernos pro Obrador, dice la jefa de gobierno que perdieron gracias a una campaña de miedo que infundió la oposición, tachando de tonta a la población de la gran metrópoli mexicana, cuando es bien sabido el nivel crítico de la población de la CDMX, lo grave es que para Claudia Sheinbaum es normal todo lo que acontece día con día en la Ciudad de México, pero no, no es normal que se caiga una parte del metro y provoque muertes, no es normal que el crimen organizado haya invadido la ciudad, no es normal que haya desabasto de agua en un lugar donde llueve la mayor parte del año pero que a la vez se inunda, Claudia Sheinbaum insiste que fue una campaña de odio, no es capaz de hacer un introspección y corregir el rumbo.
Necesitamos una ciudadanía que reclame y que exija, no que normalice las tragedias
Pero también debemos buscar que toda y todo mexicano tenga mayor acceso a información y a condiciones de vida apropiadas, necesitamos más ciudadanía que vigile, que reclame, que exija y no normalice la conducta de los malos representantes de los gobiernos de Morena, sólo por el cobijo que les brinda el presidente de la República.
Si bien el revolucionario institucional también debe corregir el rumbo, hoy por hoy nos toca entender el reclamo social y escucharlo para materializar esas peticiones que nos dicen “no estamos conformes con las formas de Morena” para entonces continuar depurando esta segunda pandemia que azota a nuestro México, el morenavirus.
AMLO en su intento de desacreditar la alianza “Va Por México”, aludió al PRI en la votación del 4º Constitucional en la Cámara de Diputados.
En su momento René Juárez Cisneros Coordinador de los Diputados priistas, fue claro; hay dos formas de ser oposición y que el PRI apostó: la primera construir y la segunda dialogar, todo para encontrar las mejores soluciones.
De esta manera nos damos cuenta que AMLO sigue usando las mañaneras como bolas ensalivadas como dice Dulce María Sauri, para que caigan y siga dividiendo.
Pudo haber empleado como ejemplo para construir su mayoría calificada a diputadas y diputados de Movimiento Ciudadano o del propio PRD, por no decir de Acción Nacional; sin embargo, el nombre que utiliza es el nombre del Partido Revolucionario Institucional, el PRI.
Mi Twitter @Alberto_Rubio