Estamos a la expectativa de lo que le suceda a la pequeña aerolínea Transportes Aeromar, y es que no hay plazo que no se cumpla. Lo que aquí asombra a más de uno, son las posturas de los sindicatos que tienen contratación colectiva con dicha línea aérea.

Antier de manera muy discreta se manifestaron en la Terminal 1 del AICM los pilotos que aglutina la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores (ASPA), y una paupérrima presencia (cinco representantes sindicales) por parte de la Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación (ASSA).

En el evento el Secretario General de ASPA, José Humberto Gual Ángeles, hizo algunas declaraciones a los medios congregados con respecto al tema de Aeromar.

Y debo decir que de entrada resulta muy sorprendente, sobre todo para los trabajadores de Mexicana de Aviación, escuchar que este sindicato está solicitando al Gobierno Federal que utilice la figura de la requisa con Aeromar, para evitar su desaparición.

Les soy sincera, me sorprende porque en aquel lejano 2010 (cuando Mexicana fue bajada de vuelo) yo formaba parte del Comité Ejecutivo de ASSA, y ninguno de los otros sindicatos de la empresa solicitó al gobierno en turno utilizar dicha figura.

Ni ASPA, ni ASSA, ni mucho menos el SNTTTASS; yo sí me paré afuera de la Cámara de Diputados, para posteriormente entrar con un grupo de trabajadores para exigirles a los parlamentarios, como representantes populares que son, gestionaran la requisa.

Me pregunto; ¿Por qué ahora sí es viable la requisa, tratándose de una empresa con apenas 6 aviones en funciones?

No tomen a mal mis palabras, Aeromar es una empresa importante porque llega a lugares donde otras líneas aéreas no pueden llegar, por el modelo de equipos que utilizan:

Aviones ATR que pueden aterrizar, por decirlo así, casi donde sea. Pero mi pregunta es seria: ¿Por qué los sindicatos con Mexicana de Aviación no pidieron la requisa en 2010 para evitar que desapareciera la Aerolínea más importante del país?

El día de antier, en el breve encuentro con los medios, Humberto Gual declaró que se está trabajando en conjunto con el Gobierno Federal el tema de la requisa de la aerolínea.

Mencionando que tienen no uno, sino dos inversionistas para entrarle, y que el apoyo gubernamental se haría a través de Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA con una sola S).

Señaló que la familia dueña de Aeromar, los Katz, tienen una deuda por más de 6,500 millones de pesos, y que de llegar a buen puerto los planes de contribuir a su rescate, Gobierno, inversionistas y ASPA tendrían participación accionaria en la “nueva empresa” de forma tripartita.

Ahora bien, es importante señalar que ASPA ha prorrogado su fecha de estallamiento a huelga una vez más, y ahora sí ya perdí la cuenta de cuántas veces lo han hecho.

La nueva fecha queda señalada para el próximo 10 de septiembre, pues la fecha anterior para estallar la huelga era el primer minuto del 1ero de septiembre, pero la asamblea los pilotos de ASPA tomó la decisión de la prórroga, y ya contemplan que ésta podría incluso extenderse hasta el 15 de octubre de este año.

Por su parte, los sobrecargos agremiados a la ASSA igual que los compañeros pilotos también tienen un emplazamiento a huelga con fecha de estallamiento para el día 1ero de septiembre, pero se han decantado por prorrogarlo para el primer minuto del 15 de octubre, y no ejercer esta herramienta que tienen los trabajadores para ejercer presión a los dueño y cumplan con sus obligaciones patronales.

Pero a diferencia de los pilotos de ASPA, el discurso de ASSA es totalmente distinto.

Los sobrecargos decidieron prorrogar hasta esperar que la empresa termine por quebrar, pues la representación a cargo de Ricardo Del Valle les ha prometido que en caso de que no se llegue a ningún acuerdo, tendrán lugar en Aeroméxico para seguir trabajando como sobrecargos de aviación.

Sin embargo, no discutieron en absoluto si se tiene ya algo previsto sobre dónde se van a acomodar los compañeros que, eventualmente, se queden sin su fuente de ingresos en caso de que Aeromar termine “tronando” como aerolínea.

Lo que llama la atención es la manera totalmente indolente por parte de Ricardo Del Valle y su gente no están haciendo nada en lo absoluto por recuperar los ingresos que al día de hoy, los sobrecargos de Aeromar han perdido durante todos estos años.

Es decir, en lugar de trabajar para salvaguardar sus derechos, ya están pensando en conseguirles otro empleo.

Recordemos que la crisis de la Aeromar comienza en 2017, cuando precisamente ASSA se prestó al juego sucio de llevarse a Aeroméxico más de la mitad de la planta de sobrecargos, “espantando” al posible inversionista y dejando a la línea aérea al borde de la quiebra.

Desde esa fecha para acá, todas y cada una de las propuestas de inversión que se han realizado a esta pequeña aerolínea, han sido saboteadas por la Asociación de Sobrecargos liderada por Ricardo Del Valle.

Y es que para él sólo existen los agremiados que prestan sus servicios a Aeroméxico, el resto somos invisibles. Es clara y rampante la misión de ASSA de trabajar en favor de Aeroméxico, a pesar de que tiene agremiados a empleados de otras empresas.

¿Qué pasará con Aeromar? ¿Se logrará que el Gobierno Federal ahora sí utilice la figura de la requisa, inherente a cada concesión federal de líneas aéreas?, ¿Ahora sí es importante el argumento de no dejar incomunicado al país?

¿Por qué el Gobierno no sienta a los Katz para que respondan a sus trabajadores y se haga cargo de su responsabilidad como patrones? ¿Por fin se les va a hacer a los pilotos de ASPA su sueño dorado de ser también accionistas y sentirse empresarios?

Son muchísimas preguntas las que rondan mi cabeza. Repito, urge que el gobierno, a través de la Secretaria del Trabajo, y la de Infraestructura Comunicaciones y Transportes, tomen ya cartas en el asunto y no vean este caso como si vieran a los toros desde la barrera, tienen que meterse al ruedo.

Por cierto, no es ninguna casualidad que ambos sindicatos, ASPA y ASSA tengan la misma fecha de prórroga en sus respectivos emplazamientos a huelga.

La razón es clara y del conocimiento público, pero a algunos no les gusta que se mencione: Los dos sindicatos comparten asesor legar, y ese es nada menos que el Licenciado, experto en materia laboral, Arturo Alcalde Justiniani, padre de la actual titular de la STPS.