Sonora Power

Quizá por estar distraídos con la elección del poder judicial casi pasa inadvertido un hecho muy importante, ayer lunes 2 de junio se cumplió un año del arrollador triunfo de Claudia Sheinbaum Pardo en la elección presidencial del 2024 y con esa efeméride histórica, donde los mexicanos elegimos a la primera mujer presidenta, también se vino la nueva realidad que vive nuestro país.

La elección del 1 de junio de jueces, magistrados y ministros, no podría haberse realizado sin aquella votación masiva a favor de construir el segundo piso de la cuarta transformación y el llamado “Plan C”, que tanto promovió la hoy presidenta de la república en la campaña.

Es interesante lo que se ha construido en estos 12 meses desde el triunfo y en los 8 meses de gobierno que a tambor batiente, ha encabezado Sheinbaum Pardo.

He tenido el privilegio de estar ahí desde el primer momento, de haberle acompañado a ella y a sus compañeros legisladores en las distintas campañas, de haber vivido la transición de terciopelo que protagonizo la presidenta junto a su antecesor Andrés Manuel López Obrador, entender punto por punto el por qué de las decisiones, cuáles son los momentos más álgidos y por tanto difíciles, y conozco además los frutos que ha venido dando el empeño, la disciplina y la metodología aplicadas de manera cotidiana por la presidenta.

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De alguna manera este 2 de junio también es un aniversario en mi quehacer como periodista, pues hace un año llegué a la capital del país con el ánimo de emprender la cobertura de cómo se construye ese segundo piso de la transformación.

La verdad es que ha sido un año tumultuoso, en el que he podido desarrollar mi trabajo periodístico con mayor enjundia y empeño que nunca, gracias a las herramientas y espacios en lo que participo.

Sonora Power como concepto está en radio, en televisión, en espacios digitales, y tiene el empeño doble de impulsar las causas e intereses de mi estado, el que le da nombre a mi producto y en donde se ha emprendido un trabajo a favor de su gente y su desarrollo, aunque claro el objetivo es impulsar a nuestro país y hacerlo en grande.

Agradezco desde este espacio a quienes lo han hecho posible, desde Federico Arreola en SDP Noticias, pasando por Telemax, Radio Sonora, Radio S.A., Lobos Cadena 7, Radio Fórmula y un sinfín de espacios en donde se me convoca a participar esporádicamente.

La presencia del que escribe en la fuente presidencial no es una novedad, me tocó acompañar al expresidente López Obrador prácticamente los 6 años de su gobierno, sin embargo la dinámica era un tanto distinta, hoy participo de manera cotidiana con la presidenta y mis coberturas se enfocan en esa dinámica que marca la nueva fase de las llamadas “mañaneras del pueblo”.

Me tocó —ya decía— el periodo de transición y pude emocionarme con la sensibilidad distinta de Claudia Sheinbaum, entender su visión y su empeño, su congruencia tanto con su origen, como su lealtad a quien le formó en la política.

Coincido con Andrés Manuel, en eso de que la presidenta Sheinbaum es mejor, y esto no es un desaire al expresidente, él debió vencer inercias, construir de cero, enfrentarse a una oposición negada a todo, intentar construir sin mayorías en la Cámara de Diputados y en el Senado.

Sin duda la presidenta ha sido muy puntual en sacar adelante las reformas constitucionales que ha requerido la construcción del segundo piso.

Ella misma ha lanzado nuevos programas sociales de bienestar y esta empeñada en obtener resultados en contra de la pobreza, a favor de la seguridad y en torno a la posibilidad de que México avance y se consolide como una de las potencias emergentes de la era moderna.

Claudia Sheinbaum hace de la eficacia y el orden, la marca de su administración.

Lo ocurrido el 1 de junio fue un paso gigante, un momento histórico, pues nuestro país se convierte en referente global en lo que toca a democracia. Elegir a los integrantes del poder judicial, desde un modesto juez de lo civil y lo familiar en Sonora, hasta los ministros de ala Suprema Corte de Justicia de la Nación, es un salto cuántico.

Se sabe que el poder judicial está convertido en la cueva de Alía Baba y todos los ladrones que usted se imagine, que desde ahí se han protegido intereses, grandes negocios chuecos, corrupciones y hasta evasión de impuestos.

Todos en México sabemos y entendemos que el poder judicial como venía, simplemente no corresponde al interés nacional y que en todo caso se había convertido en un obstáculo, donde la administración de justicia fue puesta al mejor postor.

La elección, no fue perfecta, claro que no, pero se avanzó de manera importante y si al final del día acaba por confirmarse que Hugo Aguilar Ortiz, será el nuevo presidente de la Suprema Corte, es decir un abogado oaxaqueño, luchador a favor de los derechos de los que menos tienen y que busca la reivindicación de las naciones originarias, México habrá consolidado este proceso que es sin duda histórico.

Claro la oposición está como siempre en negación, ajena a la voluntad popular y operando y conspirando para que a México le vaya mal.

Es sin duda un gran momento para reiterar que estamos del lado correcto de la historia y que nuestra apuesta es consolidar el cambio y la transformación que vive nuestro México.

¡Ni un paso atrás!