México.- A 25 años del extinto Fobaproa, no sólo no baja la deuda del rescate bancario, sino que ésta aumentó en los últimos nueves meses 1.25 por ciento en términos reales.

Fue el presidente Ernesto Zedillo, quien tomó la decisión del rescate bancario, cuya deuda generada sobrepasa la estimación original y va en aumento, según información oficial de la que da cuenta La Jornada.

Entre 1996 y 1997 se implementó el programa de capitalización y compra de cartera por el extinto Fondo Bancario de Protección al Ahorro (Fobaproa), que ahora es Instituto para la Protección al Ahorro Bancario (IPAB). 

IPAB reveló que al final de septiembre pasado la deuda por el rescate aumentó 97 millones 500 mil pesos diarios.

En diciembre de 2018, era de un billón 32 mil 236 millones.

En este 2019 ya es de un billón 58 mil 567 millones.

El aumento fue de 26 mil 331 millones entre diciembre de 2018 y el noveno mes de 2019.

En noviembre de 1994 dio inicio el rescate bancario, con el salvamento de los entonces bancos Cremi y Unión.

El rescate se profundizó a partir de la devaluación del peso, en diciembre de ese mismo año. 

En ese entonces, se afirmó que sería pagado en no más de 20 años.

La deuda está a cargo de los contribuyentes mexicano y es cercano a los ingresos tributarios captados por los impuestos al valor agregado, sobre producción y servicios y a gasolinas y diésel que se obtuvieron entre enero y septiembre pasados, cuando ascendieron a un billón 144 mil millones de pesos.

Según los datos, la deuda bancaria, que inició hace 25 años, es resultado, primero, de la intervención y saneamiento.

Posteriormente, del programa de capitalización y compra de cartera implementado entre 1996 y 1997 por el Fobaproa.

El IPAB compró a los bancos créditos incobrables que se tradujeron en un fuerte incremento del costo fiscal del rescate y, en cambio, redujeron las pérdidas de bancos, accionistas o grandes deudores, que los transfirieron al Fobaproa.