México, D.F.- Varios de los principales productores de tomate del país se reunieron con el Secretario de Desarrollo Social, Heriberto Félix Guerra, para hacer de su conocimiento la preocupación ante las presiones que ejercen tomateros de Florida para generar una guerra comercial, que perjudicaría la relación entre México y los Estados Unidos, además de elevar el precio del producto en ambos mercados.

 

Los agricultores explicaron que hay versiones en el sentido de que el gobierno de los Estados Unidos pretende aplicar ajustes al acuerdo establecido para las exportaciones del tomate mexicano, que afectarían a las exportaciones nacionales y, en especial, a las de Sinaloa, el mayor productor del país.

 

El funcionario federal los escuchó y les acompañó en una entrevista posterior con el embajador de los Estados Unidos en México, Anthony Wayne, ante quien externaron la incertidumbre que crea esta ofensiva que, al menos 18 legisladores del Congreso estadounidense, acordaron realizar en defensa de los productores de la legumbre del estado de La Florida, que reclaman la suspensión del citado acuerdo.

 

Los agricultores mencionaron al titular de la Sedesol que de aprobarse la medida propuesta por los legisladores, las repercusiones en México serían graves, sobre todo en el aspecto social, porque más de 350 mil familias de jornaleros agrícolas de los estados de Oaxaca, Guerrero, Hidalgo y Chiapas, entre otros, perderían sus empleos en la siembra, cultivo y recolección de la legumbre.

 

Este sería un escenario negativo, que influiría negativamente al presionar a la población hacia la migración indocumentada al vecino país o provocaría una mayor pobreza entre las familias desempleadas, con el riesgo de cometer actividades delictivas para subsistir.

 

El funcionario federal propuso buscar una solución conciliada al conflicto, una postura de ganar-ganar, y no dejar que se elimine este acuerdo comercial, que tendría un efecto de perder-perder para todos.

 

Entre las organizaciones que defienden este acuerdo comercial figuran la Confederación Nacional de Productores de Hortalizas y el Sistema Producto Tomate de México, la Confederación de Asociaciones de Agricultores del Estado de Sinaloa (CAADES), el Consejo Agrícola de Baja California A. C., y la Asociación Mexicana de Horticultura Protegida.

 

Mario Robles y Martín Ley, de la Confederación de Asociaciones de Agricultores del Estado de Sinaloa (CAADES) explicaron que este acuerdo comercial estableció un precio piso al tomate mexicano para evitar competencia desleal al productor estadounidense, y que su eliminación afectaría a alrededor de mil productores de Sinaloa, Baja California, Baja California Sur, Sonora y Jalisco, que representan el 81 por ciento de la exportación nacional de tomate.

 

Si se elimina el acuerdo, se provocaría una guerra comercial entre México y los Estados Unidos que perjudicaría las relaciones económicas entre los dos países, además de afectar al consumidor final en ambos lados de la frontera, ya que los precios se dispararían y debe tenerse en cuenta que, para la época invernal, uno de cada dos tomates en las mesas estadunidenses es de procedencia mexicana.

 

El tomate es el principal producto de exportación de Sinaloa, entidad que tiene una tradición de más de 100 años comercializando el producto a los Estados Unidos, país al que tan sólo en 2011 vendió más de 1,800 millones de dólares.

 

El Secretario de Desarrollo Social, Heriberto Félix Guerra, agradeció al embajador estadunidense, Anthony Wayne, por su disposición para escuchar a los productores mexicanos, así como su compromiso por compartir la preocupación de los agricultores con las autoridades de su país, dentro del marco del Acuerdo de Libre Comercio de América del Norte.