México.- La prestigiada agencia de seguridad Stratfor cobraba 349 dólares al año a miles de suscriptores en todo el mundo por información que estaba a la mano de quien tuviera conexión a internet.

 

“¿Quién podría resistirse a esta oferta: toda información secreta sobre economía, defensa y conspiraciones geopolíticas mundiales por sólo 349 dólares al año? Una ganga, ¿no? Eso debieron pensar las decenas de miles de suscriptores que confiaron su identidad y sus datos bancarios a Stratfor”, según publica este lunes Lainformación.com

 

Y es que hasta antes de que Wikileaks, de la mano de Julian Assange, publicase miles de correos electrónicos con contenido muy revelador, “Stratfor estaba rodeada de un halo de misterio y prestigio que la convertía en el lugar a acudir si necesitabas enterarte de las entretelas de la política internacional”.

 

 

Según la información revelada por WikiLeaks, entre los clientes de la que hasta ahora era conocida como CIA en la sombra se contaban las empresas armamentísticas como Lockheed Martin y Northrop Grumann, la compañía química Bhopal's Dow Chemical Co y agencias del gobierno estadounidense, incluido el Departamento de Seguridad Nacional, el Cuerpo de Marines o el FBI.

 

Alrededor de 300 mil personas pagaban 349 dólares al año por recibir la información súper secreta a la que Stratfor tenía entrada; entre los suscriptores están el ex secretario de Estado de EU Henry Kissinger y el ex vicepresidente estadounidense entre 1989 y 1993, Dan Quayle.

 

No obstante, al contrario de la imagen pública de profesionalidad que ofrecía la agencia espía, la información robada por Anonymous y publicada por WikiLeaks, ofrece una versión muy distinta de esta supuesta red de espionaje: Stratfor es una organización que obtenía la mayor parte de su información de fuentes al alcance de cualquiera que tenga conexión a internet.

 

“Los datos supuestamente confidenciales que ofrecían a sus abonados procedían en la mayoría de las ocasiones de reportajes de prensa, de búsquedas en páginas web y de estudios gubernamentales desclasificados”, manifiesta Lainformación.com.

 

Además, según los correos electrónicos publicados, se revela que “la agencia tenía problemas de organización y sus fuentes estaban sorprendentemente desinformadas, eran interesadas y poco fiables”, asegura el diario libanés Al-Akhbar, uno de los 25 medios internacionales en tener acceso completo a la filtración de WikiLeaks.