Quito, 27 feb (EFE).- Varios ministros de Ecuador dijeron hoy esperar que el perdón del presidente del país, Rafael Correa, al diario El Universo y a los autores de libro que critica a su Gobierno haga que la "verdad" prevalezca en los medios de comunicación.

Correa concedió el perdón a los tres directivos del rotativo y al ex jefe de opinión Emilio Palacio, condenados a tres años de cárcel y a pagarle una indemnización de 40 millones de dólares por injurias, así como a los periodistas Juan Carlos Calderón y Christian Zurita, sentenciados a pagar un millón de dólares cada uno al gobernante.

Tras el anuncio, el vicepresidente, Lenín Moreno, señaló que existen "ciertos límites de tolerancia", pues a su juicio no se puede sustentar la calumnia.

El secretario de la Administración Pública, Vinicio Alvarado, dijo que tras la decisión del presidente debe surgir "un nuevo escenario" en el que prevalezca "siempre la verdad, el respeto a la honra y el prestigio de la persona".

Para Alvarado, el proceso judicial que se ha mantenido con El Universo, en el que tres instancias ecuatorianas dieron la razón a Correa, tiene que servir para que en el país "se haga un periodismo donde los funcionarios públicos realmente sean más escrutados, más investigados, pero que no se anteponga la injuria, la infamia, el prejuicio y que se respete la dignidad humana también".

El secretario aseguró que detrás de la decisión del presidente no hay ninguna intencionalidad electoral, con vistas a los comicios del 17 de febrero de 2013.

"Este perdón lejos de plantear un escenario políticamente favorable, más bien puede haber actuado en contra. Hemos recibido miles de cartas, mails, mensajes pidiendo que el presidente no les perdone", resaltó Alvarado.

Se prevé que Correa se presente a la reelección, aunque el mandatario no ha hecho ningún anuncio oficial al respecto.

El ministro de Relaciones Laborales, Richard Espinosa, afirmó que el Gobierno siempre ha esperado que se "diga la verdad, en plena libertad de expresión" en los medios, pero "nunca jamás, libertad de insultar, de calumniar".

"Veamos cuál es ese cambio respetuoso que tiene que haber de ese sector de la prensa, en donde después de la sentencia tenemos que decir que ganó la ciudadanía", resaltó Espinosa.

Por su parte, la ministra de Desarrollo Social, Doris Soliz, consideró que Correa sufrió "una calumnia gravísima" y recalcó que este proceso tiene que servir para que los ciudadanos pierdan "el miedo al poder mediático que daña la honra de las personas".

La ministra aseveró que el caso de El Universo no provocará censura previa en los medios y añadió que "ningún periodista honesto, profesional tiene nada que temer, los que sí tienen que temer son los insultadores, que antes tenían plena impunidad en el Ecuador".

El presidente de la Asamblea Nacional, Fernando Cordero, del movimiento oficialista Alianza País, opinó que Ecuador está acostumbrado "a vivir en la contradicción entre personas que tienen patente de corso para decir cualquier cosa y cuando les reclaman apelan a la muletilla de decir que les están quitando la libertad de expresión".

Pierina Correa, hermana del presidente, se quejó de que en el país "cualquiera lanza una opinión, una acusación y si es culpable o no, no importa, y si al final se demuestra que era inocente, uno menos, porque ya se dio lugar al cotilleo, al chisme en la sobremesa".

"Cada vez está más delgado, está acumulando años, está perdiendo pelo, por las tensiones, no crean que esto es fácil (...), por eso él, en su generosidad ha dicho que va a haber el perdón", subrayó Correa sobre su hermano.

El presidente demandó a El Universo y a Palacio por una columna en la que el periodista afirmaba que un futuro mandatario lo podría enjuiciar por "crímenes de lesa humanidad" por "haber ordenado fuego a discreción y sin previo aviso en un hospital lleno de civiles" el 30 de septiembre 2010, cuando hubo una sublevación policial.

Correa demandó a Calderón y Zurita porque en el libro "El Gran Hermano" aseguraban que él conocía de los contratos con el Estado de su hermano, Fabricio Correa, algo que el mandatario siempre ha negado.