México.- Una persona fumadora en México gastará aproximadamente 89 mil pesos a valor actual durante los años promedio de consumo, calculó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) .

Con motivo del Día Mundial sin Tabaco, que se celebra este 31 de mayo, explicó que esta estimación considera el precio actual de una cajetilla (40 pesos) , la duración promedio del consumo (21.5 años) y que una persona fuma dos cajetillas a la semana.

Apuntó que el costo-beneficio de esta adicción es muy elevado tanto para la persona como para el Estado, si se considera que el precio de las cajetillas de cigarros aumenta constantemente.

Además, que el consumo no es estático, y se compara con el gasto que deberá hacer dicha persona en atención médica, hospitalizaciones, medicamentos, incapacidades, el gasto de los cuidadores, entre otros.

Detalló que según un estudio del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) , en 2008 el gasto que se realizó a nivel nacional para cubrir las enfermedades relacionadas con el consumo de tabaco ascendió a cinco mil 700 millones de dólares.

En un comunicado, apuntó que esta estimación está basada en el gasto total en salud que supone costos por encima de 10 por ciento en atención médica a estos padecimientos respecto al costo total.

El Instituto expuso que el costo-beneficio de esta adicción no se equipara con el beneficio económico de las tabacaleras, que sólo en México producen anualmente 43.7 billones de cigarros.

Señaló que la empresa Phillip Morris Internacional (en nuestro país su nombre es Philip Morris México, bajo el control de Grupo Carso y que posee una de las marcas de mayor consumo, Marlboro) en 2010 realizó un gasto de 393 millones de dólares en marketing y ventas a nivel internacional, y su ingreso neto, sólo en Latinoamérica y Canadá fue de dos mil 874 millones de dólares.

Por otra parte, el INEGI reportó que la edad crítica de inicio para el consumo diario del tabaco en México es entre los 15 y 17 años, afectando principalmente a los hombres (46.3 contra 35.4 por ciento de las mujeres) ; seguido por las mujeres de 18 y 19 años (25 por ciento) y los varones menores de 15 años (24.6 por ciento) .

Ello, agregó, permite reafirmar la importancia de realizar intervenciones tempranas orientadas a disminuir los factores de riesgo que llevan al consumo de tabaco, sobre todo entre niños y jóvenes.

En 2010, en México, los hogares que más gastaron en tabaco fueron los de menores ingresos, con 0.42 por ciento, mientras que los que menos gastaron en esta adicción fueron los hogares de mayores ingresos, con 0.16 por ciento.

En dicho año, las enfermedades relacionadas con el consumo del tabaco, tanto en hombres como en mujeres mexicanos fueron las isquémicas del corazón (44.9 y 42.0 por ciento, respectivamente) .

Le siguieron las cerebrovasculares (17.2 y 22.6 por ciento) y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica EPOC (14.7 contra 14.3 por ciento) , anotó.

Mencionó que en 2003, la Organización Mundial de la Salud (OMS) planteó el Primer Convenio Internacional de Salud Pública, orientado a favorecer las políticas públicas para el control de tabaco, y México fue el primer país de Latinoamérica en firmarlo.

Un ejemplo de las acciones que se han implementado en el marco de este convenio, abundó es la Ley de Protección a la Salud de los No Fumadores en el Distrito Federal, iniciativa aprobada en 2004 que se ha replicado en la mayoría de los estados.

El objetivo de dicha legislación es delimitar áreas libres del humo del cigarro, que consisten principalmente en restaurantes, centros de entretenimiento, oficinas, escuelas y hospitales; es decir en los locales cerrados de acceso público.

El INEGI comentó que otra estrategia es la inclusión de pictogramas en las cajetillas de cigarros que ejemplifican los daños que provoca su consumo en la salud.

La Encuesta Global de Tabaquismo en Adultos revela que tres de cada 10 fumadores ha pensado en dejar ese hábito desde que inició esta campaña, según datos del INSP en 2010.