Madrid, 29 feb (EFE).- La Bolsa española bajó hoy el 0,71 por ciento y perdió el nivel de 8.500 puntos, perjudicada por las débiles previsiones de crecimiento anunciadas por la Reserva Federal -banco central de Estados Unidos- para la mayor economía del mundo.

Con la prima de riesgo en 316 puntos básicos, el principal indicador de la Bolsa española, el IBEX 35, cedió 60,80 puntos, el 0,71 por ciento, hasta 8.465,90 puntos. El mercado nacional cayó en febrero el 0,51 por ciento y las pérdidas anuales se sitúan en el 1,17 por ciento.

La subida del 0,2 por ciento de Wall Street en la víspera, la mejora de la producción industrial japonesa y el avance de las plazas europeas animaban al mercado español al comienzo de la sesión.

La contención de la inflación española en el 2 por ciento este mes, según datos adelantados, y las estadísticas de paro germanas -la tasa de desempleo se mantuvo en el 6,8 por ciento en febrero- servían para sostener el avance del mercado nacional, que superaba el nivel de los 8.600 puntos.

Mientras aguardaba la subasta del Banco Central Europeo (BCE), se conocía que el IPC de la zona euro había bajado una décima en enero, hasta el 2,6 por ciento, y el Banco de España advertía de que la economía nacional entrará en recesión este trimestre.

Los casi 530.000 millones de euros a tres años otorgados por el BCE a los bancos afectaron a la cotización del euro, que bajaba a 1,342 dólares después de rozar los 1,35 dólares durante la mañana, y provocaba algo de inestabilidad en la bolsa, que posteriormente descendería a los niveles de cierre de la víspera e incurriría en pérdidas.

Con la revisión al alza del PIB estadounidense del cuarto trimestre, del 2,8 al 3 por ciento, la Bolsa española abandonaba las pérdidas. La apertura al alza de Wall Street serviría para consolidar el avance, así como la mejora de la actividad industrial en la zona de Chicago.

El rumbo bursátil cambió al final de la sesión debido a las declaraciones del presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, en el Congreso estadounidense sobre el crecimiento de la economía, que calificó de "incierto y moderado" (pues oscilará entre el 2,2 y 2,7 por ciento) debido al consumo débil y los riesgos inflacionarios derivados del alto precio del crudo.

El mercado nacional perdía el nivel de 8.500 puntos mientras la cotización del euro descendía hasta los 1,33 dólares y la cotización del petróleo Brent pasaba de 123 a 121,5 dólares por barril.

Todos los grandes valores bajaron: Repsol, afectada por la caída del 53 por ciento de su resultado el año pasado, bajó el 4,82 por ciento, el principal descenso del IBEX; Iberdrola se desplomó el 0,74 por ciento; Banco Santander, el 0,67 por ciento; Telefónica, el 0,47 por ciento, y BBVA, el 0,31 por ciento.

Después de Repsol, la mayor caída del IBEX correspondió a Mediaset, el 2,88 por ciento, en tanto que Gamesa bajó el 2,49 por ciento; Sacyr, el 2,44 por ciento, e Indra, el 2,41 por ciento.

Banco Sabadell comandó las ganancias del IBEX con un alza del 3,45 por ciento, seguida de IAG, que subió el 2,29 por ciento por sus cuentas del ejercicio pasado, en tanto que Abertis avanzó el 1,46 por ciento, y Red Eléctrica, el 1,24 por ciento.

En el mercado continuo el principal descenso correspondió a Prisa, el 8,72 por ciento, tras sextuplicar sus pérdidas en 2011, mientras que Sotogrande presidió los avances con una subida del 11,92 por ciento.

Antes del cierre del mercado de deuda, la rentabilidad de las obligaciones españolas a diez años bajaba cinco centésimas y se situaba en el 4,96 por ciento, en tanto que el rendimiento del bono alemán subía una centésima, hasta el 1,81 por ciento.

El efectivo negociado se situó en 2.330 millones de euros, de los que cerca de 450 millones fueron intermediados por inversores institucionales.