Berlín, 24 feb (EFE).- El Museo Alemán de la Higiene de Dresde, en el este del país, presentó hoy una exposición en forma de drama en cinco actos que invita al visitante a sumergirse en el más vehemente de los sentimientos humanos: la pasión.

La muestra, titulada "Las pasiones", expone a partir de mañana y hasta el 30 de diciembre un total de 390 objetos que van desde la Antigüedad hasta nuestros días y que proceden de 87 colecciones alemanas y del extranjero, y se complementa con 47 fragmentos de películas y 23 puntos de audio.

La comisaria de la exposición, la australiana Catherine Nichols, centra esta exposición en once pasiones diferentes, dividas en positivas y negativas: el amor, el deseo, el gozo y el asombro, frente al odio, la ira, el miedo, la vergüenza, la tristeza, los celos y el asco.

"Hemos buscado respuesta a todo aquello que desencadena la pasión, de cómo se expresa y a que acciones incita", explicó.

La muestra invita al visitante a recorrer un apartamento que constituye el decorado de esta gran ópera divida en cinco actos -exposición, conflicto, clímax, giro y resolución- y cuyos espacios se modifican con cada uno ellos, siempre con las pasiones como eje central.

Según Nichols, "la presencia del protagonista se deja sentir constantemente, como si acabara de abandonar el lugar".

"Las pasiones constituyen una gran energía vital sin la cual la vida carecería de color; generan impulsos y fuerza", declaró por su parte el director del museo, Klaus Vogel.

Precisamente estas pasiones desenfrenadas tienen la fuerza de desordenar y tumbar el mobiliario de este apartamento-decorado, de desplegar una energía incontrolable, para recobrar luego el sentido común.

Los objetos expuestos ilustran el concepto que tienen las personas desde la Antigüedad sobre sus pasiones y la manera que tienen de convivir con ellas.

Las piezas abarcan un amplio espectro que va desde obras de arte de la Edad Media a nuestros días, hasta objetos triviales, pasando por todo tipo de curiosidades.

La muestra ha sido concebida por Nichols en colaboración con la directora de escena francoiraní Mariame Clément y la escenógrafa berlinesa Julia Hansen.-EFE

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