Quito, 23 feb (EFE).- El líder empresarial ecuatoriano Blasco Peñaherrera aseguró hoy que el caso del diario El Universo ha marcado un momento de inflexión para el Gobierno del presidente Rafael Correa, al que calificó de "soberbio".

Ello en referencia a la negativa expresada ayer por el Ejecutivo a una solicitud de medidas cautelares formulada por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en favor de tres directivos de El Universo (César, Carlos y Nicolás Pérez) y un ex editorialista del medio, Emilio Palacios.

Los cuatro fueron condenados por la justicia ecuatoriana a tres años de prisión y al pago de 40 millones de dólares de indemnización, al ser juzgados por un caso de injurias presentado por Correa el año pasado.

Peñaherrera, que preside la Cámara de Comercio de Quito, dijo en rueda de prensa que la negativa de Correa a aceptar las medidas cautelares sugeridas por la CIDH muestran una "posición soberbia y errónea" del mandatario.

Según el empresario, el desconocimiento de las medidas cautelares solicitadas por la CIDH, "sobrepasa cualquier límite de irresponsabilidad en la conducción del Estado y obliga a los ecuatorianos a defender la verdadera institucionalidad democrática".

"¡Ya basta!", enfatizó Peñaherrera al rechazar lo que consideró "persecución" a la prensa y exigió al presidente Correa "que deje de gobernar como tirano".

"Es un momento de inflexión con la historia" y con "el temor que siente la gente", opinó el líder empresarial, que convocó a sus compatriotas a "salir a las calles" a defender la democracia y luchar contra lo que consideró "una dictadura y una tiranía" dirigida por Correa.

Peñaherrera lamentó la decisión del Gobierno de desconocer la posición de la CIDH y dijo que con esa posición se han desconocido también 25 años de historia y de respeto a la democracia.

Según él, con esa postura "se ha puesto en jaque la democracia, el sistema democrático en nuestro país" y "ha causado la vergüenza internacional del Ecuador".

"Hoy como nunca nuestro país está siendo visto como un país en el que no se respetan los derechos humanos y que se persigue a la prensa", subrayó Peñaherrera.