México.- La Cámara de Diputados aprobó este jueves una controvertida legislación que permite que agentes migratorios y aduaneros de otros países porten armas en su territorio, una iniciativa duramente criticada por la izquierda, que cree que obedece a presiones de Estados Unidos.

Con 288 votos a favor, 82 en contra y nueve abstenciones, los legisladores completaron esta reforma a la Ley de Armas de Fuego y Explosivos, propuesta por Enrique Peña Nieto.

Los cambios permitirán que agentes aduaneros, migratorios y también los que forman parte del círculo de seguridad en visitas de mandatarios extranjeros puedan obtener un permiso especial para portar armas de un calibre de hasta 40 milímetros en ciertos lugares establecidos.

Sin embargo, "en casos excepcionales, se podrá autorizar el ingreso y portación de otro tipo de armas", siempre que la Secretaría de Defensa Nacional lo justifique, precisa un comunicado de la Cámara de Diputados.

La medida no contempla permisos para miembros de otro tipo de agencias de seguridad extranjeras, principalmente de Estados Unidos, que colaboran en la lucha contra los poderosos cárteles narcotraficantes mexicanos.

"No se está dando una carta libre a agentes extranjeros, se establece una regulación muy estricta", sostuvo en el debate el diputado Víctor Díaz, del PRI.

El objetivo de la reforma, según sus promotores, es que agentes aduanales extranjeros puedan revisar mercancías en México para ahorrar trámites en el país de destino y se haga lo mismo con los controles a viajeros en tránsito internacional, todo ello para agilizar el comercio y la migración e impulsar la economía.

Sin embargo, el Partido de la Revolución Democrática (PRD) sostiene que para lograr estos objetivos se pueden emplear las mejoras tecnológicas y asegura que, en realidad, la reforma responde a la desconfianza del gobierno de Estados Unidos hacia la seguridad que da México a la frontera común de más de 3 mil km, la más transitada del mundo.

"A la fecha de esta discusión, no conozco ningún Congreso en el mundo que esté en este mismo tema y misma situación en la que Estados Unidos está colocando a México", señaló Rosas.

Javier Oliva, experto en seguridad y profesor de la pública Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), también ve poco probable que en Washington se pueda dar esta discusión pronto. 

"Los círculos conservadores en Estados Unidos están poco dispuestos a permitir que actores de otras naciones armados permanezcan en su suelo nacional", dijo Oliva a la AFP.

Para Oliva, la reforma podría generar vulnerabilidades para México. "La información que se genera en las aduanas y en el Instituto Nacional de Migración (INM) es información clasificada y de seguridad nacional para el Estado mexicano", recalca.

"Por supuesto que lo veo como una pérdida de soberanía y como una muestra de desconfianza hacia México (...) ¿Para qué mandan a esos agentes a México? Porque creen que aquí no se está haciendo bien el trabajo", afirma Oliva, que no conoce de legislaciones similares en otros países de la región y cree que detrás de ella pueden estar las preocupaciones de Washington ante el terrorismo internacional.

El PRD incluso recordó que guardias fronterizos de Estados Unidos han cometido numerosos abusos contra mexicanos, como la muerte de un estudiante de 14 años en 2010 que, según testigos, lanzó piedras a los agentes desde el lado mexicano y en respuesta fue baleado.

México es el tercer socio comercial de Estados Unidos, detrás de China y Canadá, con unos 500 mil millones de dólares al año en intercambios que, en un 70 por ciento, se lleva a cabo a través de la frontera común, que cada año cruzan unos 350 millones de personas.

Por esa franja también existe un flujo constante de migrantes centroamericanos y drogas ilícitas de México hacia Estados Unidos y de armas y dinero ilegal en el sentido contrario.