Viena.- El informe anual de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE), advirtió que el problema de la drogadicción ha llegado a convertirse en un problema “prácticamente endémico” en aquellos estratos de población que se ven “ante un futuro con escasas oportunidades y pueden sentirse cada vez más ajenos a la sociedad”.

 

De acuerdo con el informe del organismo dependiente de la ONU destacó que el problema esta presente en todas las regiones del planeta.

 

“El problema está presente en todas las regiones” del planeta, la JIFE menciona especialmente a Brasil, México, EU, Gran Bretaña, Irlanda del Norte y Sudáfrica, donde a veces “la capacidad de las fuerzas del orden puede parecer insuficiente para responder al nivel de delincuencia organizada”.

 

En el documento publicado este día en Viena, alerta sobre el aumento de las agresiones sexuales y la inducción a la prostitución mediante drogas suministradas a las víctimas sin su consentimiento, dicha problemática representa un es un fenómeno de mayores dimensiones de lo que se suponía, pese a que muy pocos países le prestan la atención necesaria.

 

Argumenta que en Europa, un millón de personas han sido sometidas a tratamientos por consumo de drogas en 2010; de éstos el 20% es mayor a 40 años, que en alguna vez en su vida a probado la marihuana o la cocaína; ambos estupefacientes de mayor consumo en el viejo continente.  Además reconoce que entre los paises de mayor demanda figuran España e Italia.

 

Además describe que a pesar de marcar una disminución en el consumo de “Extásis”, el informe documenta que al mismo tiempo se ha observado un aumento en la diversificación de sustancias psicotrópicas aún no fiscalizadas en el mercado clandestino. De hecho, sustenta que la comisión de expertos de Naciones Unidas habla de “una cantidad sin precedentes“ al referirse a 41 nuevas sustancias, y ejempliifica con un hallazgo en 2010 en Alemania dedicado a la fabricación ilícita de cannabinoides sintéticos.

 

El informe menciona el primer tratado de fiscalización internacional de drogas, el organismo dependiente de la ONU  lo considera “piedra angular” en la lucha contra las adicciones, muy a pesar de que gobiernos abogan por la revisión de estrategias prohibicionistas, la JIFE mantiene su firme rechazo a cualquier tipo de legalización de las drogas.

 

Incluso, describe en un capítulo la situación de Bolivia, donde estan a favor de la comercialización de la hoja de coca. Sin embargo el JIFE rechaza dicha situación, lidereada por su presidente,  ”la legislación boliviana que permite cultivar y consumir la hoja de coca para fines no médicos, en particular para la masticación de hoja de coca y para la producción de té de coca”, dado que “va más allá de lo permitido en la Convención de 1961”. El presidente de Bolivia, Evo Morales , exsindicalista cocalero, dio un paso “sin precedentes” el año pasado al denunciar dicha Convención, la cual, a su juicio, atenta contra una tradición arraigada en los pueblos andinos basándose en “un estudio ni serio ni científico”. El mandatario boliviano ha anunciado que viajará el 12 de marzo a Viena para defender una vez más el derecho al cultivo de coca.

 

La JIFE no solo teme que la liberalización del cultivo lleve a un aumento del comercio mundial de cocaína, sino también que este precedente inspire a otros países a revocar las convenciones vigentes y debilite la estrategia establecida a nivel mundial contra las drogas.

 

 

Con información de El País.