Ginebra, 27 feb (EFE).- El Consejo de Derechos Humanos de la ONU pidió hoy una autorización del régimen de Damasco para las operaciones humanitarias que permitan asistir y socorrer a la población civil atrapada en la espiral de violencia que vive Siria.

A falta de elementos de presión contundentes contra Siria, el Consejo solo puede aspirar a una resolución de condena de la actuación represiva del régimen de Bacher el Asad -otra más- o a redoblar los llamamientos en favor de un final de la violencia.

Con Rusia y China ejerciendo su poder de veto en el Consejo de Seguridad en contra de acciones concretas contra el Gobierno sirio, a esta instancia de Naciones Unidas solo le queda hacer de altavoz y de foro de debate sobre el baño de sangre que sufre el país árabe.

La iniciativa más reciente es un debate que se celebrará este martes con carácter de urgencia, por iniciativa de Qatar y de otros países del Golfo Pérsico, y que cuenta con el respaldo de Estados Unidos y la Unión Europea (UE), y el rechazo expreso de Irán, que formuló "una objeción formal" a la iniciativa.

El ministro iraní de Asuntos Exteriores, Ali Akbar Salehi, dijo que la dinámica actual en el Consejo responde al "nerviosismo" de los estados occidentales al ver el resultado de "la caída de sus dictadores amigos" en el norte de África, y alertó contra las "medidas ilegales y coercitivas" que se quieren aplicar a Siria.

Salehi acusó a las naciones occidentales de apoyar a grupos terroristas para acabar con gobiernos incómodos como el sirio o el suyo y pidió al Consejo que condene el asesinato de varios científicos iraníes relacionados con el programa nuclear de Irán

El debate, que ha alterado la agenda ordinaria del Consejo se prolongará únicamente tres horas, según la agenda prevista, y está por ver que se apruebe una declaración por consenso fruto de la sesión especial, dada la oposición de varios países a esta fórmula.

Fuentes diplomáticas informaron a Efe de que se presentará un texto por iniciativa de Turquía, que está especialmente preocupado por la situación en el país vecino, y que se someterá a votación del Consejo, bien el mismo martes o, si no hay tiempo, el jueves.

Además de Irán, que solo es observador del Consejo (formado de manera rotatoria por 47 estados), Rusia, y previsiblemente China, que sí forman parte de la máxima instancia de la ONU en materia de derechos humanos, obstaculizarán la adopción de un nuevo texto.

Rusia expuso que velará porque la reunión "no se politice" y consideró inoportuno hacer balance por escrito del debate, aunque fuentes diplomáticas indicaron a Efe que el tono de Moscú de rechazo frontal a emprender medidas contra Siria está cambiando.

Las fuentes invitaron a prestar atención a la intervención este martes del representante de Rusia para calibrar hasta qué punto Moscú está dispuesto a subirse al carro de la presión a Damasco.

Cuba, que también forma parte del Consejo, alertó por su parte contra la tentación de que el debate "no sea el pretexto para un ataque militar", dijo su embajador, Rodolfo Reyes.

El secretario de Estado británico de Asuntos Exteriores Jeremy Browne habló en nombre de los países que más presionan en favor de acciones concretas contra Damasco, a cuyos responsables advirtió de que responderán de sus actos ante la Justicia internacional.

El mismo día que la Unión Europea (UE) aprobó en Bruselas nuevas sanciones económicas contra Damasco, el ministro francés de Exteriores, Alain Juppe, también abogó por la empezar a pensar en una intervención de la Corte Penal Internacional (CPI).

Londres y París recordaron que el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos recibió la semana pasada de la comisión de investigación sobre Siria una lista de sospechosos de graves violaciones de los derechos humanos y que habría que considerar la posibilidad de hacer llegar esta lista de nombres a la CPI.

Pese a la distancia en las posturas, la presidenta del Consejo de Derechos Humanos y embajadora de Uruguay, Laura Dupuy, expresó su deseo de que el debate sirva para "transmitir un sólido y unánime de la comunidad internacional que condene la violencia y la represión por la fuerza de la disidencia y de la población civil en general".

El objetivo del Consejo de Derechos Humanos debe ser al menos lograr de las autoridades sirias "una respuesta positiva" a la entrada de organizaciones de socorro al país, señaló Dupuy.

El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) y la Sociedad de la Media Luna Roja siria están negociando con los actores armados en Siria, hasta ahora sin éxito, la entrada de su personal para proveer de ayuda esencial a los residentes en las zonas bloqueadas por las fuerzas de seguridad, y propiciar una tregua de dos horas diarias.

Fernando Puchol