La historia, que comenzó cuando el dueño del rancho ubicado en Turlock, California, abandonó a los animales a su suerte, fue debido a la crisis económica que aún muchos norteamericanos resienten.

Andrew Keung Chung era el dueño del rancho, quien no pudo seguir manteniendo a los animals debido a que se quedó sin dinero.

Dos semanas pasaron las aves sin alimentarse hasta que al fin un grupo protector de animales pudo hacerse cargo del resto de los animales.

Varios miles de animales aún en condiciones de sobrevivir serán rescatados por un par de asociaciones que cuidan a los animales, dándole un final más o menos feliz a esta historia.