México.- No sólo migrantes de centroamérica cruzan México para llegar a Estados Unidos, huyendo de la pobreza y la violencia que enfrentan en sus países de origen. Mohammed Alkasimi, migrante de Yemen, en Oriente Medio, relató al noticiero En Punto, de Televisa, el suplicio que vivió durante los 20 días que estuvo secuestrado por integrantes del crimen organizado En Tamaulipas.

“Nos hacían ponernos de pie y tomaban una madera […]. La sujetaban y con todas sus fuerzas nos pegaban.

“Nos torturaron mucho, durante 20 días […]. Todos los días, ni siquiera podíamos sentarnos por el dolor de los golpes que nos daban”, recordó Mohammed.

En Punto y el portal Plumas Atómicas obtuvieron algunos videos donde se muestra a los criminales golpeando a los migrantes y también cuando los obligan a grabar mensajes pidiendo a familiares y amigos paguen miles de dólares para que no los maten y los liberen.

“México es un país, es un territorio mortal para las personas migrantes, estamos hablando de secuestros, en algunos casos de ejecuciones, asesinatos, violencia sexual, extorsiones, y todo tipo de violencia”, señaló Madeleine Penman, investigadora de Amnistía Internacional (AI) en México.

Conforme pasaban los días de su cautiverio, los integrantes del crimen organizado, “empezaron a amenazarnos con cortar nuestros dedos, los dedos de nuestros pies, y nuestras orejas”, señaló Mohamed.

Él era mecánico de profesión, pero durante el conflicto en Yemen se convirtió en activista político, por lo que el régimen intentó encarcelarlo y matarlo.

“Al estar en la política tuve que huir porque mi vida estaba en peligro”, recordó Mohammed, quien dejó su país en 2016.

De Yemen escapó a Arabia Saudita. Un año y medio después viajó a Ecuador, el único país en América Latina que no les pide visa. De ahí tomó la ruta Ecuador - Colombia - Panamá - Costa Rica - Nicaragua - Honduras - Guatemala, hasta llegar a México, donde ingresó por el río Suchiate.

En Tapachula, Chiapas, abordó un autobús junto con otros migrantes de Yemen. Transitaron distintos estados de la República hasta que en octubre pasado llegaron a Reynosa, Tamaulipas, donde un grupo criminal armado los secuestró y llevó a una casa de seguridad.

“Vimos a mucha gente de Honduras, de Guatemala y el Salvador, eran muchos, todos estaban torturados […] Nos quitaron nuestro dinero y todo lo demás, solo nos dejaron en ropa interior”, señaló Mohammed.

Los criminales grabaron a Mohamed y a sus paisanos, Ahmed y Jamal. Vía Whatsapp contactaron a sus seres queridos en Yemen y comenzaron a extorsionarlos con los videos.

“Sálvenos, paguen los 15 mil dólares para que nos podamos ir […] A mi amigo le cortaron la oreja con unas tijeras”, recordó.

Familiares y amigos pagaron 15 mil dólares, equivalentes a más de 300 mil pesos mexicanos, por su liberación. Los criminales no cumplieron su palabra, retuvieron por más días a los yemeníes hasta que apareció otro grupo armado en la casa de seguridad.

“Llegó otra pandilla y nos rescató de la primera […] Nosotros decíamos que lo mínimo que iba a pasar era quedarnos locos […] Dios respondió a nuestras plegarias”, aseveró.

Libres, Mohamed y sus compatriotas lograron cruzar la frontera, donde se entregaron a autoridades migratorias de Estados Unidos.

Actualmente, Mohamed vive en Nueva York, donde espera que el gobierno estadounidense le otorgue asilo político a él y a su familia que vive amenazada en Yemen desde 2016.