Un nuevo caso de maltrato animal indigna a México. Ocurrió a principios de octubre en una brecha de Cozumel, donde ciclistas del grupo "TortugaBike" encontraron a un perro atrapado en el interior de una bolsa de plástico negra, con el hocico amarrado, moribundo, rodeado de moscas y completamente empapado.

Un video en Facebook muestra el momento del rescate. Pero para ese entonces Bruno ya estaba en sus últimos instantes de vida; llevaba horas sin comida ni agua, agonizando. Y, a pesar de que se hizo todo lo humanamente posible por salvarlo, el perro murió. Ahora miles de personas piden a través de change.org justicia para Bruno.

Los ciclistas lo llevaron con Adriana Grau Lomas, quien supo del caso de Bruno gracias a las fotografías compartidas en Facebook y lo cuidó hasta que pudo llevarlo con el veterinario Omar Peña, que le hizo todos los estudios y tratamientos que necesitaba para salvarle la vida.

"Bruno tenía daño nervioso, Anaplasmosis (enfermedad causada por las garrapatas que infectaron su cuerpo). Le daban convulsiones que solo el CBD calmaban momentáneamente. Le hicimos química sanguínea y radiografías, tuvo tratamiento de antibióticos, antiinflamatorios, cortisol, antiespasmódico, todo lo que pudiera ayudarse se le dio", cuenta la mujer.

Pero el perrito sólo resistió seis días más, durante los cuales le daban de comer con una jeringa porque no era incapaz de alimentarse por sí solo. Le cambiaban el pañal y la posición para que no se lastimara, lo sacaron a pasear en coche, dormía cómodo y rodeado de gente. Por ratos levantaba la cabeza pero su salud se deterioró muy rápido.

Sus ángeles llegaron demasiado tarde, su sufrimiento era insoportable y el pasado 10 de octubre decidieron dormirle y poner fin a su dolor. "Bruno no murió solito, ni con frío, ni sucio, ni con el hocico amarrado, ni dentro de una bolsa negra en esa brecha. Bruno se fue sabiendo que lo intentamos y se fue con un poquito de amor", cuenta Adriana, quien pide ayuda para localizar a los responsables.