México.- Joana Monserrat Castro Hernández desapareció el 6 de abril de 2018. La última vez que la vieron fue cuando se dirigía a una fiesta en San Pedro Atzompa, Tecámac, iba con su amiga Esmeralda Rubí Sánchez Topete, y desde entonces ninguna de las dos familias tienen pistas sobre su paradero.

Joana y Rubí, ambas de 16 años de edad, eran vecinas en el fraccionamiento Geo Sierra Hermosa en el municipio de Tecámac, Estado de México. Ese día, las dos estaban juntas en casa de Rubí y de ahí partieron alrededor de las 19:00 horas. Fue hasta la tarde del siguiente día que las familias acudieron a denunciar ambas desapariciones en el Ministerio Público de esa demarcación.

En entrevista con SDPnoticias, Dulce Guadalupe Hernandez, mamá de Joana explicó que los primeros comentarios que recibieron de las autoridades fue que la fiesta de “había salido de control la fiesta y se habían ido a cotorrear con los amigos”, sin embargo ese no era el caso, y los padres exigieron su búsqueda.

Joana Monserrat Castro Hernández

Una vez que los agentes del Ministerio Público aceptaron la denuncia, señalaron a la mamá de Joana y al papá de Rubí, que debían investigar la ubicación del lugar donde habrían visto por última vez al par de amigas, y las personas con las que estuvieron. Ese día, recorrieron la colonia San Pedro para localizar el inmueble, guardaron la información y regresaron con las autoridades.

“Teníamos que hacerlo nosotros porque ellos no podían, nos mandaron a investigar. Ya cuando entregamos la información, nos dijeron que no podían hacer nada porque no había evidencia de que las niñas habían estado ahí. Esa primera semana alargaron la investigación, no nos hicieron mucho caso porque yo creo que su hubieran actuado en ese momento tal vez las hubieran encontrado”.

Dulce Guadalupe Hernandez

De acuerdo con el relato de Dulce Hernández, las autoridades de Tecámac tuvieron las grabaciones de cámaras de seguridad y datos importantes sobre ambas adolescentes pero “no hicieron nada”, por lo que decidieron denunciar la desaparición en San Agustin, Ecatepec, lugar donde días antes estaba Joana de vacaciones con su papá.

Luego de meses, autoridades mexiquenses movieron el caso de San Agustín a San Cristóbal, y de ahí la sede de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) cerca del Centro de Reclusión de Santa María Chiconautla, sin que nadie le explique las razones de los cambios a la mamá de Joana ni le proporcione avances sobre el paradero de su hija.

Joana y Rubí

Autoridades ‘no quieren’ detener a un posible responsable

Joana Monserrat cumplió 16 años el pasado 11 de marzo de 2019. Uno de sus objetivos es tener su propio negocio como estilista profesional y aprovechar su personalidad alegre para hacer lo que le gusta. A más de un año 4 meses de su desaparición, su mamá refiere que posiblemente las autoridades tienen ubicado a un responsable, pero “no quieren detenerlo”.

“Las autoridades me dicen que supuestamente ya identificaron una posible persona responsable pero no han pedido una orden de aprehensión en su contra por lo que sigue sin ser detenido. Nosotros no entendemos porqué pues hay evidencia de su participación, lo que me queda claro es que las autoridades no han querido detenerlo”.

Dulce Guadalupe Hernandez

A esta persona se le acusa de privación de la libertad por Joana y Rubí pero no es oficial y la familia no sabe las razones que los agentes y el papá de Rubí niegan, pues Dulce Hernández refiere que luego de varias diferencias entre las familias durante el proceso de denuncia, no ha habido comunicación con ella, no le llegan los citatorios para audiencias sobre el caso y lo único que le dicen es “estamos investigando más pero no podemos decirle”.

“Pienso que me han dado la vuelta a mí y todo le dicen al papá de Rubí. Las autoridades tienen la idea de que él hace todo pero a mí me hacen a un lado. Le dan más información y yo sé que él sabe más sobre el caso pero no me dice”.

Dulce Guadalupe Hernandez
Ficha de búsqueda Joana

Joana Monserrat y Esmeralda Rubí

Joana Monserrat mide 1.65 metros, su piel es morena clara y su cabello, hasta el último día que la vieron, lo usaba en un tono rojizo. Ese día vestía un vestido de licra color negro ajustado, una gabardina con estampado de camuflaje, y zapatos de piso color dorado, también tenía un piercing en la nariz.

Esmeralda Rubí estudiaba en la Secundaria General “Huehuetlatolli”, Tecámac. Mide 1.61 metros de altura, su tez es blanca y su cabello castaño claro y largo; ella quiere ser una cosmetóloga profesional. El día que desapareció vestía pantalón de mezclilla azul marino, blusa de color negro con tirantes y botas color rojo.

5 de cada 10 personas que desaparecen son mujeres en Edomex

De cada 10 personas que desaparecen en el Estado de México, 5 son mujeres, casi el doble de lo que representan las desapariciones en todo el país donde 26% son mujeres. El 60% de las víctimas son niñas y adolescentes, según el Registro Nacional de Personas Desaparecidas (RNPED), citado por un diagnóstico realizado por la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia Contra las Mujeres (Conavim).

Ficha de búsqueda Rubí

Tan solo entre el 1 de enero de 2012 y el 15 de septiembre de 2018, la FGJEM reportó un acumulado de 3 mil 686 mujeres desaparecidas y no localizadas en los municipios de Chimalhuacán, Cuautitlán, Ecatepec, Ixtapaluca, Nezahualcóyotl, Toluca y Valle de Chalco.

De ese total, las que siguen sin localizar hasta septiembre de 2018, son mil 073, según el diagnóstico de Mujeres desaparecidas en el Estado de México realizado por la organización IDHEAS.

La mayoría de las mujeres reportadas como no localizadas tienen entre 15 a 17, son estudiantes, por lo que el perfil indica que los casos pueden estar vinculados con la trata de personas. En otros aspectos que la sociedad civil a denunciado es la revictimización de las familias cuando acuden a denunciar, no están lo suficientemente preparadas y carecen de recursos humanos.