La Paz, BCS. Desde hace 112 años, el Archipiélago Islas Marías ha funcionado como una cárcel, primero como penal de máxima seguridad y actualmente de baja seguridad, donde los presos pueden vivir junto a su familia. Por el hecho de ser una Colonia Penal Federal, el acceso al resto de los ciudadanos es complicado, aunado que en el año 2000 fue decretada como Área Natural Protegida por la SEMARNAT y como Patrimonio de la Humanidad y Reserva de la Biosfera por la UNESCO en 2005 y 2010, respectivamente.

Al contar con los niveles más altos de protección a nivel mundial, la investigación en las islas y su zona marítima es sumamente complicada, siendo este un lugar poco estudiado y desconocido para la ciencia.

A lo largo del tiempo, los estudios que se han realizado dentro del Archipiélago Islas Marías han estado enfocados principalmente a listados de especies de caracoles, almejas y corales duros.

Por parte de la Universidad Autónoma de Baja California Sur, junto con el Programa Marino del Golfo de California, científicos se dieron a la tarea de contar e identificar a invertebrados, tales como corales, caracoles, erizos, estrellas, entre otros; así como peces que habitan en los arrecifes rocosos para poder estimar sus tamaños poblacionales.

De acuerdo a lo indicado por los biólogos marinos de la UABCS, Carlos Sánchez Ortiz y Alberto Beylán González, dentro del grupo de los invertebrados, el más destacado en el área es el de los corales blandos, también llamados abanicos de mar, siendo un 77% de los organismos contados (20 mil de los 25 mil registrados) y la mayor diversidad con 16 especies.

Los abanicos de mar pertenecen a un grupo de animales llamados Cnidarios, donde se incluyen a las medusas, anémonas, corales duros, aguas malas y abanicos de mar. Una de sus características principales es tener fases pólipo en alguna etapa o durante toda su vida.

Los investigadores señalan que este tipo de organismos son coloniales, que se fijan a piedras bajo el mar en lugares con corrientes, ya que en esos sitios es más fácil de alimentarse de pequeños camarones.

Según Carlos Ortiz, presentan diferentes tipos de crecimiento, como arborescente, látigo, abanico (red o malla), entre otros; y su importancia radica en que funcionan como hábitat de una enorme cantidad de organismos, algunos de gran importancia comercial. “Muchos de éstos pasan toda su vida ahí, mientras que otros sólo lo utilizan en fases juveniles como guarderías o refugios temporales”, abundó.

Los diversos estudios han demostrado que estos singulares organismos son indispensables dentro de los arrecifes rocosos, ya que desempeñan una función básica en el ciclo de vida de muchas otras especies, una de las razones por las que Islas Marías deben ser protegidas y conservada, ya que cuenta con una amplia diversidad de abanicos dentro del Golfo de California.