México.- En el marco del Día Universal del Niño, este 20 de noviembre, la Unicef recordó el derecho a disfrutar de la alimentación, plasmado en la Declaración Universal de los Derechos del Niño.

Dicho derecho es el principio cuarto de la Declaración, por el cual en esta ocasión se recordó la importancia de la proteína de origen animal debido a que estudios de la Unicef muestran que el retraso del crecimiento en la primera infancia se relaciona al bajo consumo de estos productos.

Y es que a partir de los seis meses la proteína de origen animal debe ser parte de una alimentación balanceada y de calidad para aportar nutrientes esenciales como vitamina A, hierro, zinc y calcio, que tienen un impacto en el desarrollo y crecimiento de los niños.

Proteina de origen animal

Carne, huevo, pollo, pescado y productos lácteos deben ser parte de los productos básicos en la alimentación, que tendrán efecto en la capacidad física y el rendimiento cognitivo.

También el consumo de proteína de origen animal contribuye a la conservación y aumento de masa muscular y al crecimiento y desarrollo de los niños. Por su parte, el hierro va a contribuir a la formación normal de glóbulos rojos y hemoglobina, el funcionamiento correcto del metabolismo, tener energía y un sistema inmune fuerte.

De acuerdo con la edad, la ingesta diaria de proteínas de origen animal para países americanos según datos de 2015 a 2020 sugiere que de uno a tres años el consumo debe ser de 55 a 110 gramos.

De 4 a 8 años de 80 a 454 gramos, de 9 a 13 años de 140 a 182 gramos, y de 14 a 18 años de 162 a 196 gramos.