Un grupo de noventa doctores y científicos, entre los cuales hay dos ganadores del Premio Nobel, están solicitando la liberación de Kathleen Folbigg, una mujer conocida como “la peor asesina en serie de Australia” y condenada a prisión por, supuestamente, asesinar a sus cuatro hijos:

  • Patrick Allen
  • Sarah Kathleen
  • Laura Elizabeth
  • Caleb Gibson

Y es que de acuerdo con medios internacionales, el grupo de científicos halló pruebas en la genética de Kathleen Folbigg, las cuales explican la muerte de sus cuatro hijos por causas naturales.

De acuerdo con el estudio respaldado por los científicos, los hijos de Kathleen Folbigg tenían una mutación genética de la cual aún no había reportes cuando las muertes ocurrieron, entre 1989 y 1999; esta se localizaba en el gen CALM2, el cual se encarga de codificar la calmodulina.

Asimismo, se comprobó que los cuatro hijos de Kathleen Folbigg, la llamada asesina, tenían afectaciones médicas previas a sus muertes.

Hay argumentos científicos para liberar a Kathleen Folbigg

Los análisis de los científicos a los genomas de los Folbigg demostraron que Laura tenía miocarditis además de padecer infecciones respiratorias, al igual que Sarah, enfermedades derivadas de la mutación del gen CALM2

“La miocarditis, medicamentos como la pseudoefedrina y la fiebre son desencadenantes bien establecidos de arritmia en niños con una susceptibilidad genética, como la mutación patógena CALM2”, indicaron los científicos en la solicitud para liberar a Kathleen Folbigg.

Del mismo modo, Caleb tenía laringomalacia, y Patrick sufría ataques epilépticos y ceguera, lo cual Carola Vinuesa, profesora y científica de la Universidad Nacional de Australia, dijo se debía a que los niños tenían “dos variantes diferentes, novedosas y raras” en un gen conocido como BSN.

Los científicos consideran que el caso contra Kathleen Folbigg es “totalmente circunstancial”, y merece ser liberada.

Kathleen Folbigg, la llamada "la peor asesina serial" de Australia

Kathleen Folbigg fue condenada a 40 años en prisión en 2003 por haber asesinado a sus cuatro hijos: Caleb, Patrick, Sarah y Laura, quienes tenían entre 19 días y 19 meses de edad, en 1989 y 1999.

Kathleen Folbigg, condenada a prisión y etiquetada como la peor asesina serial en Australia, nunca admitió su responsabilidad en la muerte de los dos niños y las dos niñas.