Ashli Babbitt fue una de las personas que murió abatida por la policía tras participar en la toma del Capitolio de Estados Unidos, manifestación que rechazó que se reconociera a Joe Biden como presidente.

Ashli Babbitt tenía 35 años de edad, era exmilitar, simpatizante del presidente Donald Trump y vivía en San Diego, California. Era una veterana de las fuerzas aéreas de Estados Unidos. Desde hace años, se encargaba de un negocio de servicio de mantenimiento de piscinas junto con su esposo, Timothy McEntee.

Su esposo explicó al Washington Post que Ashli Babbitt fue enviada a Afganistán, Irak y Kuwait en los 14 años en los que estuvo en servicio en las Fuerzas Armadas de Estados Unidos, donde se conocieron. Se divorciaron en 2019, tiempo después se reconciliaron y se casaron nuevamente. “Era muy firme en sus opiniones, pero también estaba llena de amor y era cariñosa”, aseguró su pareja.

Convencida de un presunto fraude en las elecciones presidenciales del 3 de noviembre, Ashli Babbitt siempre mostró su apoyo a Trump. “Nada nos va a parar, la tormenta está aquí y llegará a Washington en menos de 24 horas. De la oscuridad, a la luz”, publicó en Twitter el día anterior a la manifestación violenta en el Capitolio.

Ashli Babbitt fue baleada por la policía del Capitolio de Estados Unidos

El miércoles 6 de enero, Ashli Babbitt acudió como parte de las decenas de manifestantes que irrumpieron en el Capitolio, cuando los legisladores realizaban la ratificación del triunfo de Joe Biden como presidente de Estados Unidos instigados por Donald Trump desde Twitter.

Ashli Babbitt perdió la vida tras recibir un disparo en la cabeza procedente del arma de uno de los agentes del Congreso estadounidense cuando se dirigía a uno de los edificios con más seguridad del planeta.

Segundos después de recibir el tiro que le quitó la vida, ya circulaban varios vídeos con sus últimos minutos. En una de las grabaciones se muestra la mano que ejecuta el disparo apuntando a manifestantes y donde parece que Ashli Babbitt estaba encaramada, sobresaliendo por encima del resto de manifestantes, lo que facilitó que la dispararan.

En la última grabación en la que aparece Babbitt con vida, ella mira hacia arriba, tiene el cuello lleno de sangre y parece que se le corta la respiración.

El jefe de policía de Washington confirmó que el disparo provenía de la policía del Capitolio y que ya está en marcha una investigación para aclarar lo sucedido. En dicha manifestación también murieron otras tres personas. Además la policía realizó 52 arrestos, incluyendo 26 dentro del Capitolio.