México.- Detuvieron a un hombre que vendía vacunas Sinopharm contra el Covid-19 en una plaza de Berisso, Argentina, luego de que la policía fingiera una compra.

Identificado como Leonardo Jorge Alvarado, el hombre detenido tiene 48 años y fue descubierto con varias dosis de la vacuna Sinopharm china, como muestra el video.

Se trata de un exempleado de una empresa de catering a quien una vecina denunció luego de que presuntamente le ofreciera vacunas por 5 mil pesos argentinos (mil 57 pesos mexicanos).

Agentes encubiertos detuvieron al vendedor de Sinopharm 

Policías encubiertos de Berisso, Argentina, detuvieron a un hombre que que prometió la entrega de varias vacunas Sinopharm el pasado lunes 10 de mayo. 

Con autorización del Ministerio Público Fiscal, se pactó la entrega de ocho dosis en el Parque Cívico, donde el intendente de Berissso, Fabián Cagliardi, ordenó su detención. 

"Tomé la decisión de ponerme al frente de esta investigación y terminar con esta situación que nos indigna a todos"

Fabián Cagliardi, intendente de Berissso.

Asimismo, se encontraron otras 12 vacunas, jeringas, un refrigerante que empleaba para mantenerlas frías, su teléfono y dinero en efectivo dentro del vehículo.

En tanto, el ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, piensa que las dosis confiscadas podrían ser un placebo: "No lo digo con total certeza pero sería lógico pensarlo". 

La OMS aprueba vacuna Sinopharm contra el Covid-19

La Organización Mundial de la Salud (OMS) anunció el pasado viernes 7 de mayo que la vacuna fabricada por la compañía china Sinopharm es segura y confiable para combatir el Covid-19.

Lo anterior hace posible que la vacuna Sinopharm china sea incluía en Covax, una iniciativa global para proporcionar vacunas gratuitas a los países más pobres.

No obstante, existe la duda sobre si China podría producir hasta 5 mil millones de dosis para finales de este 2021, como lo afirmó el Gobierno, pues algunos funcionarios han mencionado lo contrario. 

Y es que podría ser que China enfrente dificultades por fabricar dosis suficientes para su propia población, lo que haría que el resto de los países esperaran por una vacuna de la superpotencia científica.