Dentro del mundo de los juegos de tarjetas coleccionables, tal vez no haya nombre más importante que el de Magic: The Gathering; franquicia que lleva años en el orbe, siendo el padre de todo este género en lo que a juegos de mesa se refiere; tanto así que sus cartas llegan a valuarse en miles de dólares y son apreciadas por fans y coleccionistas en todo el mundo.

Debido a esta longevidad, muchos jugadores jóvenes o que no le han prestado atención a este tipo de obras, se sienten un tanto ajenos a todo este universo; el cual se les hace de difícil acceso y con reglas ininteligibles. Para arreglar un poco esto y aprovechando el impulso actual de los juegos free-to-play, Hasbro lanzó Magic: The Gathering Arena, la versión virtual de la obra, la cual ofrecen un buen acercamiento a todo este mundo de tarjetas, hechizos e invocaciones.

Magic de la manera más amigable

Puede decirse en sí que las primeras horas de juego son un gran tutorial, donde a lo largo de varios niveles nos van enseñando los por menores de las cartas y reglas de Magic. Se nos enseñan desde las cosas más básicas como el bajar tierras; hasta cosas más elaboradas como los bloqueos y los hechizos instantáneos, así como los efectos de cada una de las tarjetas de nuestro mazo.

A diferencia de otros simuladores virtuales de juegos de mesa como los de Yu-Gi-Oh! o el Monopoly, la gente de Hasbro no se quebró la cabeza insertando nuevas mecánicas de juego o algún extra que usara las características de los interactivos. Aquí se tiene una representación virtual de un duelo de Magic en su forma más pura.

Es cierto que se te vende una supuesta historia detrás; tú eres un invocador que sobrevivió a un ataque y ahora deberás de pelear en contra de distintas criaturas de este universo; sin embargo, eso es sólo una excusa para sacar nuestros cartones en CGI.

Una presentación agradable; pero con problemas de desempeño

Aunque un tanto minimalista, la presentación estética de Arena es agradable; las mesas de duelo tienen ciertos elementos característicos de las diversas expansiones del juego clásico, mientras que las tarjetas recrean de buena manera el arte que se puede ver en sus versiones reales. Además de que se agregaron ciertos efectos a los ataques, bloqueos y demás para hacer la presentación más interesante. Como mencionamos, son cosas mínimas, pero hacen que el juego luzca.

Lamentablemente el título sufre de algunos problemas de desempeño. Para empezar hay que mencionar que requiere de una conexión continua a internet, por lo que si tu ancho de banda es deficiente, tu experiencia será igual. En nuestro caso, tuvimos una desconexión apenas comenzábamos con el tutorial. Junto a esto, suponemos que por las mismas razones, notamos que la acción se alentaba; para que te des una idea, mandábamos tierras o ataques y pasaban varios segundos antes de que sucediera algo. Queremos imaginar que esto se podrá arreglar en un futuro con mejores servidores o alguna actualización.

Las microtransacciones están presentes

Algo de lo que no se salva Arena es de las microtransacciones. Ahora sí que, como en la vida real, para armar un deck fuerte necesitarás cartas de varias expansiones; como podrás imaginar el juego te vende los sobres virtuales de cada una de estas por un precio determinado. Esto también tiene mucho de las Loot Boxes, pues no sabes que tarjetas te saldrán, por lo que puedes gastar mucho dinero en obtener esa Black Lotus que tanto quieres.

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Aún así, el juego da otras opciones para adquirir los paquetes; pues dependiendo tu desempeño en las partidas te puede entregar algunas tarjetas o moneda virtual con la que puedes comprar objetos dentro del título. Esto hace que la progresión no sea tan injusta.

Perfecto para pasar el rato y recordar tus épocas de duelista

Magic: The Gathering Arena en sí es un título agradable y adictivo, como el propio Magic lo ha sido desde su creación. Si bien no reinventa los free-to-play ni los simuladores de juegos de mesa; es una manera agradable de pasar el rato, sobretodo si en algún momento de tu juventud le entraste a eso de los duelos. Por otra parte, a los nuevos fans y veteranos, bien lo pueden tomar como una especie de patio de entrenamiento virtual, que extiende la experiencia que tienen sobre las mesas, ahora en la pantalla de una computadora.