Tal vez parezca algo risible o fuera de toda proporción; pero tiene su razón de ser. En Colonia, Alemania, se llevará a cabo un debate en torno a la pertenencia del territorio de la Luna y el espacio exterior inmediato a la Tierra.

Dentro de la agenda que se tiene programada, se discutirá acerca de la basura espacial generada desde hace varias décadas; con el fin de prevenir que esta aumente de manera exponencial, así como deslindar resposabilidades sobre la ya existente y los posibles percances que ocasionen (¿Quién es el responsable de los daños que provoque una colisión?). Se tratarán de establecer normas sobre el tipo de satélites que deben de ser enviados, la altura y órbita a la que deberán colocarse. Aunque Stepahn Hobe, experto del instituto Espacial de Colonia, organizdor del congreso; reconoce que los países están más interesados en prevenir el aumento que en hacer algo por los residuos existentes.

Asimismo, menciona que con la llegada del aprovechamiento de la microgravedad en los viajes comerciales, se deberá de establecer qué es lo que se tiene circundando la Tierra y así como su uso (privado, militar o civil).

Sin embargo, los más interesante será cuando se toque el tema del satelite natural. En ese rubro, se verá cómo quedarían los derechos de propiedad y explotación de sus recursos naturales, de entrada, Estados Unidos parece que desea ser el "propietario" exclusivo del cuerpo celeste; aunque el Tratado Internacional del Espacio Exterior establece que ningún país puede apropiarse de un astro y que las materias primas que se extraigan de la Luna son propiedad de toda la humanidad.

Con información de La Jornada.