Si en algo se especializa Bandai-Namco, es en hacer juegos basados en diversas licencias de anime; por todos son conocidos sus títulos inspirados en Dragon Ball y Naruto, pos citar algunos. Ante el auge de My Hero Academia, era difícil no imaginar a la desarrolladora trabajando en una obra que nos pusiera al mando de los aprendices de héroes.

My Hero One's Justice es precisamente el resultado de lo anterior; un juego de peleas que mantiene la fórmula de los interactivos de anime; aunque no por eso deja de ser divertido.

Como otras entregas que toman a un anime o manga como fundamento; My Hero One's Justice presenta una historia tomada directamente de la serie animada; específicamente, estamos en el momento de los exámenes de fin de semestre y el campamento de verano, por lo que los fans encontrarán todo muy familiar, aunque nada nuevo en cuestiones narrativas. Por su parte, los ajenos al mundo de Kohei Hirokoshi, bien pueden sentirse un tanto desconcertados, pues el juego no explica mucho en realidad; después de una breve introducción, se nos manda directamente a los combates con los distintos personajes del anime/manga. 

Lo interesante es que la trama se va desenvolviendo por capítulos emulando los tomos de un cómic; lo cual le da un sentido estético único. Además, si cumplimos los requisitos de cada "tomo" recibiremos ítems y dinero; con los primeros podremos personalizar a nuestro personaje favorito, mientras que el segundo servirá para comprar diversos objetos en la tienda; igual de personalización, extras para el perfil de jugador o piezas dentro de la galería.

Antes de que imagines que podrás tu propia versión de Froppy o Uraraka, en realidad las opciones de personalización son limitadas; pensadas únicamente para que combines elementos de los protagonistas entre sí (ponerle a Todoroki la máscara de Deku, por ejemplo), además de que varios extras son sólo el mismo objeto de diferente color. No obstante, si eres fan, puede que encuentres entretenido y curioso mezclar los elementos de los jóvenes héroes.

Dejando de lado el aspecto narrativo y de personalización. El título ofrece el modo Misiones, el cual nos manda a una serie de mapas donde deberemos de completar distintos desafíos; cada con forme vayamos avanzado, el nivel de dificultad será mayor. Así como en Historia, aquí podremos desbloquear distintos objetos; eso sí, debido a reto que supone, las recompensas serán más jugosas. Se trata de un buen reto previo de entrar al online.

Así es, como ya es una tradición en estos juegos, My Hero One's Justice integra un modo multijugador online para que pruebes tus habilidades en contra de rivales de distintas partes del mundo. Si bien no tuvimos problemas de conexión y encontrando partidas; en realidad no hay muchos jugadores en este momento, por lo que bien podrían pasar algunos minutos antes de que encuentres un rival. Tómalo en cuenta si eres una persona con poca paciencia.

Obviamente también cuenta con multijugador local, en Switch se pueden usar los joycons por separado, esto es un gran acierto ya que te permite tener batallas épicas con tus amigos de una manera rápida, es un poco diferente al inicio porque te quitan un par de botones, pero nada que no te puedas acostumbrar en un rato de juego.

Bueno, ya hablamos mucho de los modos; pero ¿Cómo se juega? Como mencionamos, parte de la premisa básica de todos los juegos de peleas de Bandai-Namco con temática de anime. Escoges a tu peleador, dos compañeros de apoyo y te enfrentas a otro en una arena de tamaño mediano, con una vista isométrica.

Tienes un botón para realizar ataques físicos, dos para poderes especiales, uno para saltar, otro para correr y dos para llamar a cada uno de tus aliados. Existen dos opciones de sistema de juego Normal y Manual, el primero te permitirá hacer combos de manera casi automática, sin tener que preocuparte por nada más allá de atinarle al oponente; el otro es para jugadores más dedicados, pues te obliga a realizar las combinaciones de ataques.

Con esto se da a entender que el gameplay es muy básico, sin grandes complejidades como otros títulos de la casa de corte más serio (dígase Tekken o Soul Calibur). Lo curioso es que se le añadieron ciertos aspectos para agregarle profundidad, por ejemplo, habrá algunos escenarios donde podrás tirar a tu oponente; algo más cercano a Super Smash Bros. que al título de espadas de Namco.

Para finalizar hay que mencionar el aspecto técnico y estético. El título recurre al cell-shading, por lo que todos los personajes recuerda a su encarnación del anime; Bandai-Namco hizo un buen trabajo al dotar darle tres dimensiones a cada uno de ellos, podemos ver a detalle todos los elementos de los trajes y características físicas de cada uno de ellos. Asimismo, las arenas son coloridas y con cierto nivel de destrucción, lo cual es un buen toque si tomamos en cuenta que tenemos a un par de seres superpoderosos tratando de matarse en un espacio hipotéticamente cerrado.

En la versión de Switch se puede ver que la resolución no es la misma que en otras plataformas, dado a las limitantes de la consola, corre a 720p, uno de los pequeños inconvenientes es en las batallas, que los fps pueden bajar un poco. En modo portatil, el juego se ve bastante aceptable y no consume tanta batería, lo que te asegura un buen rato de diversión.

Por su parte, para los puristas, Bandai trajo consigo varias melodías de la serie, así como las voces originales de la misma en japonés. Si bien cuenta con opción de subtítulos en español, nuestros héroes mantendrán su lengua asiática.

My Hero One's Justice no es el juego de peleas del momento; de hecho, si lo comparamos con Soul Calibur VI de la misma desarrolladora, se queda muy a la saga. No obstante, entrega una muy buena cantidad de fan service que tendrá contentos a los seguidores; además, su gameplay accesible permite que cualquier persona pueda jugarlo sin ser un experto; esto sumado a lo carismáticos que resultan los jóvenes héroes, nos da una entrega muy divertida. Si eres fan de la animación japonesa y los juegos inspirados en la misma, ten por seguro que esta es una buena opción para pasar el rato.