La comida frita es deliciosa, pero muy dañina para el corazón, incluso en porciones pequeñas. Así lo afirma un estudio publicado el pasado 18 de enero en la revista Heart.

De acuerdo con la investigación, basada en análisis previos, la ingesta frecuente de alimentos como papas fritas, puede aumentar el riesgo de sufrir una enfermedad grave del corazón y un accidente cerebrovascular.

Insuficiencia cardiaca aumenta 37 por ciento en personas que comen mucha comida frita

Según los resultados, las personas que solían ingerir comida frita varias veces por semana registraron un riesgo 28 por ciento más alto de sufrir eventos cardiovasculares importantes, en comparación con quienes lo hacían de forma esporádica.

También, las personas acostumbradas a comer mucha comida frita tuvieron un riesgo 22 por ciento mayor de enfermedad coronaria y un 37 por ciento más de riesgo de insuficiencia cardíaca. 

El estudio agrega que cada porción adicional de 114 gramos o media taza por semana de alimentos fritos -por ejemplo una porción mediana de papas fritas de McDonald’s- aumentó el riesgo de ataque cardíaco y accidente cerebrovascular en un 3 por ciento.

Además, la misma cantidad incrementó el riesgo de enfermedades cardíacas en un 2 por ciento y de insuficiencia cardíaca en un 12 por ciento, de acuerdo al análisis.

Aunque el estudio no encontró asociaciones con muertes por enfermedades cardiovasculares o por cualquier otra causa, sus autores señalan que esto se debería a que los estudios sobre el tema han utilizado muestras pequeñas de población. 

¿Por qué la comida frita es tan dañina?

Al freírse, la comida absorbe parte de la grasa del aceite, lo que suele aumentar sus calorías. 

Un caso peor es el de los alimentos comercialmente fritos y procesados, los cuales a menudo contienen grasas trans, que son baratas de producir, duran mucho tiempo y dan a los alimentos un gran sabor y textura.

Algunos ejemplos de estos alimentos son: la crema de café, los pasteles, las masas de pastel, la pizza congelada, las galletas saladas, los bizcochos y decenas de otros alimentos procesados.

De acuerdo con la Asociación Estadounidense del Corazón, las grasas trans aumentan los niveles de colesterol malo y reducen los niveles de colesterol bueno, lo que puede provocar diferentes enfermedades cardiacas.

Con información de CNN