Marisela Escobedo fue asesinada un día como hoy de hace 11 años frente al Palacio de Gobierno de Chihuahua, por exigir justicia para su hija Rubí, víctima de feminicidio.

Este 16 de diciembre, activistas, organizaciones sociales y colectivas feministas protestaron para recordar a Marisela Escobedo y la frase que dijo días antes de su muerte:

“Si me va a venir este hombre a asesinar, que venga y me asesine aquí enfrente (del Palacio de Gobierno) para vergüenza del gobierno”.

Marisela Escobedo

En un pronunciamiento, las organizaciones sentenciaron que a 11 años de impunidad, con toda la familia de Marisela desplazada y aumento de violencia contra las mujeres en Chihuahua, la muerte de la mujer sigue siendo la vergüenza del gobierno, en todos sus niveles.

Señalaron que como Marisela Escobedo, en su mayoría son las madres de las víctimas de feminicidio y de las de personas desaparecidas, quienes arriesgan su vida para exigir verdad, justicia y reparación.

A 11 años de la muerte de Marisela Escobedo

Marisela Escobedo por la lucha de las madres

A 11 años de la muerte de Marisela, las activistas recordaron que es obligación de los gobiernos garantizar los derechos de las mujeres; y que la recuerdan para honrar la lucha permanente de las madres que buscan justicia.

La demanda sigue siendo una investigación clara sobre el asesinato de Marisela Escobedo que permanece impune.

Aunque también exigen una investigación sobre las acciones u omisiones que llevaron a su familia a solicitar asilo político en otro país.

En general, pidieron la adopción de todas la medidas necesarias para erradicar la violencia contra las mujeres y el cumplimiento puntual de la Alerta de Género decretada en agosto en Chihuahua.

El Movimiento Estatal de Mujeres y el Centro de Derechos Humanos de las Mujeres colocaron flores y veladoras alrededor de la placa en honor a Marisela en Palacio de Gobierno.

Protesta a 11 años de la muerte de Marisela Escobedo

Marisela Escobedo y el feminicidio de Ruby

Marisela tenía 52 años cuando fue asesinada. Pero en sus últimos años de su vida sólo se dedicó a exigir justicia por el feminicidio de su hija Rubí.

Primero, la mujer se convirtió en la investigadora de la desaparición de su hija ocurrida en agosto de 2008, y fue por las evidencias recabadas por ella que se pudo determinar que Ruby fue asesinada por su pareja, Sergio Rafael Barraza Bocanegra.

Marisela logró ubicarlo y por ello fue detenido para enfrentar un juicio en el recién estrenado Sistema de Justicia Penal Acusatorio, sin embargo, el Tribunal absolvió y liberó a Sergio a pesar de su confesión.

En segunda instancia, se logró una sentencia condenatoria, pero Sergio Rafael ya no estaba detenido, por lo que Marisela reinició su lucha para exigir la aprehensión del asesino de su hija.

Fue aquí cuando recorrió el país, protestó y se reunió con autoridades de diferentes niveles, pero otra vez, fue por su cuenta que encontró a Sergio en tres ocasiones pero no pudo ser detenido.

Marisela Escobedo recibió amenazas de muerte y solicitó protección de las autoridades, que no hicieron nada para protegerla hasta llegar a la noche del 16 de diciembre de 2010, cuando fue asesinada.