México.- Al terminar la misa en el estadio José María Morelos y Pavón, el Papa Francisco fue jaloneado y casi derribado por jóvenes que de manera efusiva lo intentaron acercar hacia ellos.

El papa respondió evidentemente molesto ante los arranques y gritó a los muchachos:“¡no sean egoístas!”,  mientras su equipo de seguridad lo intentaba proteger.

El Papa Francisco ya se encuentra en el Aeropuerto Internacional de Morelia rumbo a la  Ciudad de México, en esta que será la última noche que pase en el país, pues mañana volará de regreso a El Vaticano.