La batalla entre vampiros y licántropos parece no tener fin. La franquicia vuelve a cines con su quinta entrega. En esta ocasión carece de la originalidad y realización, su nueva versión está muy lejos a captar la atención que logró la primera publicada en el 2003.  La actual batalla la protagoniza la bella Kate Beckinsale.

La directora Anna Foerster entrega una película llena de clichés y lugares comunes, prácticamente clava la estaca en el corazón de esta cansada franquicia. 

Se cuenta  de una forma burda y poco agraciada, sin un estilo. La realizadora se enfrenta a la guerra de monstruos casi como Joel Schumacher se aventó a la franquicia de Batman en los noventas: con poco conocimiento del personaje y centrándose solo en retratar a la actriz pateando traseros de forma genérica (piense en una película del Santo con colmillos).

Inframundo no debe ser exhibida en ninguna sala de cine. Sin duda, un proyecto hecho para camiones foráneos medianos. Evita gastar tu dinero en esto.