Tifanny Abreu, de 33 años, es la primera jugadora transexual de vóleibol en llegar a lo más alto del deporte en Brasil y, si califica para las Olimpiadas de Tokio 2020 —lo cual, según los expertos, es muy probable—, podría hacer historia como una de las primeras atletas transexuales en participar en los Juegos Olímpicos.

Los Juegos Olímpicos de 2020 podrían ser los primeros en que participen atletas que se han declarado transexuales, según los nuevos lineamientos que establecen su elegibilidad con base en los niveles hormonales.

“Como cualquier jugadora, quiero ir a las Olimpiadas”, mencionó Abreu en una entrevista para New York Times. “Pero sé que no sucederá solo porque esté llamando tanto la atención. Tengo que superarme como jugadora”, aclaró.

En cuanto comenzó a jugar en la liga profesional de mujeres el año pasado, su rendimiento en la cancha de inmediato llamó la atención de todo el país. En menos de un mes, logró el mayor promedio de puntos por partido y, en enero, venció el récord establecido por una de las estrellas olímpicas de Brasil, Tandara Caixeta, de más puntos totales anotados en un solo partido: 39.

Abreu comenzó a jugar vóleibol a los 17 años y con el tiempo logró ingresar a las ligas varoniles profesionales de Europa. Cuando se acercaba el fin de su participación en éstas, adoptó el nombre Tifanny.

En 2012, decidió empezar su transición para ser una mujer, aunque esto implicara dejar el vóleibol.

“Supe que era niña desde pequeña”, explicó. “Me encanta el vóleibol, pero solo es mi trabajo. El día que ya no trabaje, seguiré feliz de ser yo misma, Tifanny, la persona que siempre imaginé ser”.

Mientras Abreu comenzaba su transición, el debate sobre los atletas como ella, el cual lleva mucho tiempo en el mundo de los deportes, empezó a dar un giro a su favor.

En enero de 2016, el Comité Olímpico Internacional decidió permitir que los hombres y las mujeres transgénero compitieran aunque no se hubieran sometido a una cirugía de reasignación sexual. 

Los atletas que hubieran hecho la transición de mujer a hombre podrían elevar sus niveles de testosterona, pero debían presentar informes para evitar ser acusados de utilizar una droga con el fin de mejorar su rendimiento. Las atletas que hubieran hecho la transición de hombre a mujer deberían reducir el nivel de testosterona en la sangre a menos de 10 nanomoles por litro. Los valores típicos para las mujeres se encuentran entre 0,5 y 3 nanomoles por litro.

Abreu disminuyó sus niveles a 0,2. En 2017, la Federación Internacional de Vóleibol y la Confederación Brasileña de Vóleibol le dieron autorización para jugar en equipos femeniles y en diciembre comenzó a jugar con su equipo en Bauru, un conservador centro agrícola.

Abreu, quien con sus 1,92 metros es de las integrantes más altas de su equipo, ha declarado que una mujer transexual podría tener algunas ventajas en el vóleibol, pero destaca que cumple con todas las reglas. Sus compañeras de equipo la han apoyado en público.

Es alta y fuerte, pero nada fuera de lo común para una atacante. También comete errores”, afirmó Angélica Malinverno, la capitana de Vôlei Bauru.

Es probable que el debate sobre las posibles ventajas se intensifique antes de los Juegos Olímpicos de 2020 debido a la expectación que genera la asistencia de al menos dos atletas trans declaradas. La otra atleta que podría acudir a la justa es Laurel Hubbard, una levantadora de pesas de Nueva Zelanda.

“Será un momento histórico”, comentó Joanna Harper, una física médica y atleta trans que asesoró al COI en los nuevos lineamientos. “Esta área es muy controvertida y hay una gran cantidad de opiniones”.

Harper, quien publicó un estudio sobre atletas trans, asegura que las mujeres transgénero que pasan la pubertad como hombres tienen ventajas que no se pueden eliminar por completo mediante una terapia hormonal.

No obstante, añadió que también hay desventajas. La principal es que mantienen complexiones que por lo común son más grandes, pero con una reducción en la masa muscular y en la capacidad aeróbica.

Después de estudiar horas los partidos de Abreu, Harper comentó que ese factor explica por qué la estrella brasileña es tan formidable con los remates, pero a la vez es lenta, y por ello tiene desventajas en el fondo de la cancha. Harper hizo notar que desde que Abreu ingresó a las filas de Vôlei Bauru, el equipo ha subido apenas un lugar en la clasificación de la Superliga, a octavo.

Para Hairton Cabral, el entrenador del equipo rival de São Caetano do Sul, la solución es realizar más estudios sobre el rendimiento de los atletas transgénero. “Para los entrenadores no importa siempre y cuando sea legal: solo queremos tener a las mejores jugadoras. Pero todo el asunto se ha politizado mucho y la única manera de detenerlo es con hechos”.

“Estoy muy orgullosa de ser un modelo para ellos, de manera que también puedan crecer y practicar deportes”, mencionó Abreu. “Para las pequeñas a las que inspiro y también para los jóvenes transexuales”.