"Mou", que se encuentra en territorio estadounidense en la pretemporada con el Real Madrid, fue cuestionado por el acto del año anterior y se dijo arrepentido de haber atacado al otrora auxiliar del Barça, quien tras la salida de Josep Guardiola, tomó la dirección técnica del cuadro blaugrana.

 

 

"Lo que hice no lo debería haber hecho. Obviamente no. Pero no soy un tonto que hace sin saber una historia que hay por detrás que me ha hecho perder un poco el control", indicó Mourinho, quien justificó su acto ante los errores arbitrales que llegaron afectar a su equipo en aquel entonces.

 

 

En el presente el portugués trabaja sobre sus jugadores para que no pierdan el control tal y como él lo hizo en aquella derrota de 3-2 contra los catalanes.

 

 

"Trabajo mucho con mis jugadores precisamente eso, controlar emociones, pensar sólo en jugar y trabajar bien. El que falló ahí fui yo", indicó el lusitano, quien dio la vuelta a la hoja y afirmó no tener problemas con Vilanova.

 

 

"Como dijo Tito hace unas semanas, la imagen quedará para siempre. Lo más importante es la imagen negativa. Entre él y yo no hay problemas. En partidos posteriores a ese, nos encontramos y nos saludamos. La historia se terminó y ahora lo que hay que intentar es que no pase nada parecido", señaló.

 

 

Tras picar los ojos a Vilanova, José Mourinho dijo no conocer al que era ayudante de Guardiola, por ello se ganó muchas críticas y en ningún momento se disculpó, pero ahora reconoció su falla, la cual espera no repetir, justo cuando se enfrentará a Tito de una manera más directa.