Si recae más la salud de Donald Trump, trasladado ya al Centro Médico Militar, el mandato presidencial lo asumirá en la línea de sucesión, el Vicepresidente Mike Pence. Este posible interinato me da pie para formular las siguientes reflexiones.

1.- Bill Clinton le preguntó alguna vez a su amigo Carlos Fuentes por qué en México no existía la figura de Vicepresidente. El escritor mexicano le respondió: “porque el Vicepresidente buscaría la forma de matar al titular y quedarse con el puesto”. En EUA, en cambio, los Vice Presidentes prefieren esperar a que termine el periodo de sus jefes. Algunos lo logran, otros no, como Al Gore.

2.- Woodrow Wilson fue el otro Presidente norteamericano que enfermó en funciones a causa de una pandemia: la gripe española. Contra lo que afirman la mayoría de los historiadores, Wilson no murió por esa enfermedad, pero quedó tan debilitado físicamente, que murió a causa de una apoplejía, un par de meses después.

3.- Mike Pence, de 61 años, es lo contrario a Donald Trump: cabildeador y dispuesto a llegar a acuerdos. El propio Pence dice que su conversión de católico a evangélico le dio herramientas para negociar con la persona más férrea que conoce: él mismo. Pence no es maquiavélico pero sí tiene mucha mano izquierda, lo que no le exime de ser un recalcitrante político de derecha, de la corriente Tea Party.

4.- Pence tiene buena relación con el viejo Joe Biden. Esto no quiere decir nada, pero si Biden gana las elecciones de noviembre, la transición de poderes sería más tersa y no bordaría el abismo. Con Trump, en cambio, se augura un proceso comicial de los mil diablos.

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