Dentro de 15 años se habrá instalado totalmente el nuevo internet, irá por vía satélite y WiFi. Funcionará solo con Windows Vista Original (toses en la sala), llegará a todas partes del mundo, y podrá convertir el agua en vino<br>

Bill Gates

Es una buena historia, no por ello de ciencia ficción. Supe apenas de ella gracias a una entrevista que se publica en el rotativo El País, misma que retomo aquí.

Hoy 29 de octubre se cumplen 50 años de la luz verde para fines académicos de lo que se conoce como Internet. Y casi cinco décadas del primer correo electrónico “ilegal” enviado por Internet. Un profesor de UCLA, Leonard Kleinrock, escribió de su computadora a otra de un colega ubicado en Gran Bretaña para pedirle le llevara de vuelta a EEUU su rastrillo de afeitar que había dejado olvidado en el Reino Unido con motivo de un simposio al que había asistido.

En fin, un correo sin importancia, con ningún fin de investigación; sin siquiera percatarse en ese momento de lo trascendental que sería años y décadas después dicha acción.

Hoy ya no se puede vivir, ya no se diga en Estados Unidos de América, sino en todo el mundo sin la transmisión de datos en Internet. La humanidad depende de ello. La gente se comunica en base a toda clase de redes sociales y todas de ellas dependen del Internet y de la transmisión de datos a través de este.

Y no solo dependemos de ese vehículo y muchas tecnologías que le dan vida, también los padecemos. Sobre todo en política. A eso se refiere en dicho diario el académico norteamericano de ya 85 años como el “lado obscuro” del Internet.

Sin duda muy obscuro si se piensa en la manipulación de datos y el robo de identidades que se hace en nombre del “desarrollo social”. La generación y difusión de información falsa (fake news) con fines político-electorales que llevan a cabo múltiples actores sociales para darle vuelta a la normatividad o llenar los huecos legales.

No hay que ir muy lejos. En la misma cuna de la democracia occidental, la ex candidata presidencial demócrata, Hillary Clinton acusada de utilizar sus cuentas personales para transmitir información gubernamental confidencial o el denunciante, Donald Trump, actual presidente de aquel país, quien por lo visto hizo eso mismo y lo propio, utilizando las redes sociales y el correo electrónico para coordinar una campaña contra sus nuevos contrincantes políticos de cara al 2020.

El académico entrevistado, pionero en el desarrollo y uso del Internet, lo dice muy bien cuando señala que un canal pensado en el intercambio y el progreso de la investigación y de la comunicación humana se ha vuelto contra los mismos habitantes de este planeta, vulnerando su privacidad y abonando en su indefensión.