“La caricatura, el humor, tienen la particularidad que no necesitan una decodificación: son un lenguaje popular, fácilmente entendible.”<br>

CALOI

“Sin elecciones generales, sin libertad de prensa, sin libertad de expresión y reunión, sin la lucha libre de opiniones, la vida en todas las instituciones públicas se extingue, se convierte en una caricatura de sí misma en la que sólo queda la burocracia como elemento activo.”<br>

ROSA LUXEMBURG

Una caricatura dentro de otra caricatura es como algunos lo interpretan. Otros recordaron que fue la voz de Jorge Arvizu “el Tata” quien le dio vida al personaje. Locutor, comediante que apoyó a Andrés Manuel López Obrador en la época del desafuero y de los primeros individuos en pedir la creación de Morena. Algunos vieron un nuevo distractor. Otros creen entender la estrategia que hay detrás de desacreditar al INE y los argumentos amparados en el marco legal para no transmitir la totalidad de las mañaneras en época electoral.

‘Haiga sido como haiga sido’ (copyright de Felipe Calderón), lo que a mí me parece debe destacarse es que generó un debate serio en redes. Sí, uno profundo y hasta sesudo por momentos.

Más allá de la caricatura per se y de quienes solo vieron en ella el colmo de la ridiculez —lo cual también es válido—, provocó otras reflexiones. Creo que todas en parte válidas y de peso. Veamos:

• El manejo perfecto de la agenda mediática por parte de AMLO. Lo que sea de cada quien, hay que apuntar que poco o nada importan los azotes que enfrenta el país, si con una caricatura (canción, cartón, poesía o chunga) se puede dirigir la atención y el debate a ciertos asuntos. Esto es, hablar de lo que AMLO quiere hablar (o dejar de hablar de lo que el mandatario no desea hablar). Magia en la dirección de la comunicación. ¿Acaso no analizaba hoy eso mismo —horas antes de la conferencia de prensa de este jueves— Carlos Loret de Mola en su artículo de El Universal? Y aquí estoy yo ahora también hablando de Benito...

• Es una magnifica cortina de humo para contradecir al INE y demostrar que quizá no siempre informa en sus mañaneras, pero si no lo hace lo que realiza es cotorrear... En todo caso, indicarle al Instituto y la población que no hace proselitismo. ¿O ver en el sentido histórico de la caricatura (la voz de “el Tata” que tanto apoyó a López Obrador) un acto de propaganda partidista? Ya lo dirá el INE; pronto lo sabremos.

• Por el otro lado, podría decirse que esto de presentar ‘al Bodoque’ hace que se descarte por completo a la mañanera como un ejercicio circular de comunicación o de rendición de cuentas. No estaríamos del todo equivocados si decimos que es más bien un mecanismo para el manejo de odios, diatribas y debates diarios en un país cada vez más polarizado. Y AMLO contribuye grandemente a esto último.

• Para quienes apoyaron a López Obrador y se han desencantado, fue un recordatorio de que “el Tata” Arvizu igual lo apoyó y murió descontento de las acciones de la 4T. A sus ojos, el presidente no llegó a ser lo que prometió el candidato.

• ¿Quién va a querer censurar a Benito Bodoque o al oficial Matute? Yo no. Supongo que nadie.

• Muestra nuevamente los referentes históricos de la 4T: una caricatura de los 60s que fue exitosa en México y parcialmente en el resto de América Latina (30 capítulos vs. 166 de los Picapiedra).

• Sigue mostrando el interminable humor de los mexicanos y el juego de personajes entre Benito Bodoque y Benito Juárez (de Mussolini mejor no hablamos). No es lo que debería ser lo más destacable de una conferencia presidencial, pero es lo que hay...

• O, también, jugar al juego que juegan todos, si habla de los problemas de las cárceles de Felipe Calderón y de Genaro García Luna (tal vez de lo poco serio por probar), la oposición guarda silencio, cuando que también debería señalar y exigir pruebas tanto de quien acusa, como de quien gobernó en esos momentos.

Por todo lo anterior, en la más chabacana mañanera, una caricatura hizo ver a muchos la propuesta comunicacional de Andrés Manuel, así se trate de Benito Bodoque, Don Gato y su pandilla. A eso se circunscribe la rendición de cuentas de este país. Y no solo para lo que a la 4T se refiere. Antes también y, me temo, después será igual. Contar lo que se quiere, como se quiere.

Mientras tanto pasan las décadas y México básicamente sigue sin tomarse en serio a sí mismo.