“Hay que convenir en que es imposible vivir en el mundo sin un poco de comedia. Lo que diferencia al hombre honrado del bribón es que aquél sólo es un farsante cuando no puede menos, y éste busca las ocasiones de jugar su falso papel.”<br>

Nicolás Chamfort

"La tortuga de oro camina por la alfombra<br>y traza por la alfombra un misterioso estigma;<br>sobre su carapacho hay grabado un enigma<br>y círculo enigmático se dibuja en su sombra.<br>Esos signos nos dicen al dios que no se nombra<br>y ponen en nosotros su autoritario estigma:<br>ese círculo encierra la clave del enigma<br>que a Minotauro mata y a la Medusa asombra."<br>

Ruben Darío

La tiranía cuatroteísta

La ya declarada tiranía cuatroteísta tiene una fascinación por otros regímenes autoritarios que aparentan —la verdad solo es eso, una simulación— ser de izquierda y trabajar por el “bien” del pueblo. Hay varios ejemplos, y AMLO en distintos momentos ha hablado con admiración de todos ellos, al grado que pareciera quererlos emular.

Tristemente, nuestra dictadura se acerca cada vez más a la nicaragüense, a la castrista, a la venezolana, a la dominicana, a la china, a la ecuatoriana, a la bolivariana, a la coreana, etcétera. La administración federal no tiende hacia regímenes y sistemas políticos de naciones liberales, progresistas, respetuosas de la ley y de los derechos humanos (de entre los cuales también habría mucho de donde escoger si ese fuese el modelo a seguir por López Obrador).

El nuevo amigo ruso

El más reciente patrón a imitar es el del nuevo mejor amigo ruso, Vladimir Putin, tanto así que nuestro canciller Marcelo Ebrard ha dicho que ambas naciones “entraron a una relación muy, muy estrecha”.

¿Cuál ha sido el gancho o la excusa para ese acercamiento con semejante tirano? Uno incuestionable desde el punto de vista moral —y, por lo mismo, que utiliza con desparpajo, hipocresía y sin impedimento alguno para otros fines la 4T: conseguir vacunas, específicamente las Sputnik V, para los mexicanos.

El acecho y el golpeteo a lo que queda de la democracia en México llevan ya una temporada instalados en Palacio Nacional. En los últimos meses se ha acentuado el acoso a diversos actores desde el poder, llegando al cinismo de culpar a quienes cumplen con la ley y ayudan a que los demás no la usen de sombrero.

Si hay a quienes se les debería auditar y posiblemente realizar un juicio político son, en cambio, a los que inflan las cifras de vacunación de adultos mayores en nuestro país y/o son incapaces de llevar una contabilidad real de dosis e inoculaciones.

La vacunación como forma de hacer campaña

Añadamos que, más allá de su insidiosa inquina de que si son públicos o privados, este gobierno ni siquiera a todo el personal de salud ha podido vacunar.

Mentira que unos y otros hayan recibido el esquema completo de inoculación (las dos dosis).

Los cimientos en México de la tiranía se fortalecen cuando se dice que ya se cumplió con la meta de vacunar a todos los adultos mayores. Nadie revisa las cuentas que comparten las autoridades y solo se encuentra uno con mentiras al comparar sus discursos.

La vacunación ha sido utilizada como una forma de hacer campaña, jugando con la salud de quienes solo han recibido una dosis o, bien, ni siquiera han sido inoculados con la primera.

¿Por qué insistir en un engaño que nos llevará a tener otra alza en el número de contagios?

Mientras eso sucede aquí, los acercamientos de Ebrard y López Obrador buscaron encontrar eco en otro dictador y en otra sociedad, una sojuzgada. Podemos pronosticar que ya hablarán mucho de tirano a tirano, si bien mismo en eso hay niveles. El de allá es, además, un asesino.

Pero la 4T quiere aprender del modelo perfecto para trastocar, reformar y enmarañar una Constitución. En ese país de las estepas siberianas, Putin ha cambiado tanto su carta magna, que podrá seguir extendiendo su mandato de forma “democrática” mientras le dé la gana. ¿Ese es nuestro futuro?

Un líder nada moral que envenena a cualquier miembro de la oposición y quien se permite un nivel de riqueza familiar sin precedentes lograda a la sombra del catafalco de Stalin.

En lugar de encauzar su exacerbada vanidad en hacer que alguien le transcribiese el mensaje a ruso y aparentar su autoría, el canciller debiera mejor dedicarse a hacer prosperar la relación de México con nuestro vecino del norte, nación que nos significa una parte vital del comercio internacional.

La fantochada de Marcelo y su tuit en ruso el día de ayer es más que eso. Anuncia el estilo que ha adoptado la dictadura mexicana versión 4T. Un secretario de Relaciones Exteriores que va a Rusia para entablar los inicios de dicha colaboración, pero que no puede lograr que la secretaria de Energía tome las llamadas de embajadores y empresarios alarmados por las violaciones a tratados, inversiones y acuerdos que significa la nueva legislación aprobada en materia energética.

Todo comienza a pintarse de autoritarismo en México. Y, encima, ahora hasta le agradecemos la estancia al otro déspota en ruso.