Como quisiera que tú vivieras

Como quisiera que tú vivieras<br>Que tus ojitos jamás se hubieran​<br>​Cerrado nunca y estar mirándolos<br>​Amor eterno e inolvidable<br>​Tarde o temprano estaré contigo<br>​Para seguir amándonos

Alberto Aguilera Valadez

Juan Gabriel estaría feliz de que se hizo cumplir la ley y de que los ingresos por tocar su música/interpretación ingresarán a su Fundación. Aunque igual, de estar vivo quizá habría preferido cantar él “Amor eterno” en el video de la pareja presidencial con motivo del Día de las Madres. Aunque, la verdad, esto último no le habría agradado mucho a López Obrador puesto que no es su máximo compartir el micrófono con personajes famosos, excepto si son sus propios Frankensteis, como Gatell.

El hecho es que Andrés Manuel y su esposa Beatriz difundieron un mensaje este 10 de mayo y, como lo había prometido el macuspano, les dedicó a las madres de México el “Amor Eterno” del Divo de Juárez (escrito por Alberto Aguilera) reproduciendo aquella conocida grabación del Palacio de Bellas Artes.

Al parecer, el equipo de grabación de Presidencia olvidó que, cuando se utiliza la música de las personas de esa forma, se debe tener autorización del autor o de los descendientes.

Así, Facebook y YouTube retiraron por algunas horas el video de sus redes; aparecía la leyenda: “Este video tiene contenido de SME (Sony Music Entertainmet), que lo bloqueó en tu país por razones relacionadas con los derechos de autor.”

Muchas horas después, la Sociedad de Autores y Compositores de México (SACM) descartó la violación de los derechos de autor. Con una carta aseguraron que todo se había debido a un problema técnico de Sony Music con las plataformas digitales... Dicha sociedad recalcó un “no existiendo en ningún momento violación alguna a los derechos de autor”.

Uno de los problemas de este país es que todo puede ser. Desde un garrafal error por parte del gigante del entretenimiento al exigir el cumplimiento del Estado de Derecho y con ello, el respeto por la obra, hasta un olvido de la SACM de especificar que este video cuenta con las autorizaciones necesarias para ser una “ejecución pública” en el video presidencial. El asunto es que los asistentes en Palacio no checaron ese “detalle” legal.

Se suplica no atribuir este malentendido a un ataque a la 4T por parte de “las malditas redes sociales” o de la mafia global del poder. No es válido pensar en uno de tantos  “comploj” a los cuales somos tan adictos... En todo caso fueron los malditos derechos de autor de un compositor que desde el más allá sigue generando ingresos.

Es reconfortante saber que hay en algunos espacios, donde no importando el cargo del individuo, así sea presidente de la república, uno está obligado a cumplir con la ley. Linda bocanada de esperanza.

Mientras tanto, Juan Gabriel debe estar sonriendo desde donde se encuentre. En aquel concierto de 1990, en el Palacio de Bellas Artes, estuvo presente doña Cecilia Occelli, entonces casada con Carlos Salinas de Gortari. 30 años después, esa interpretación sigue siendo solicitada por otro grupo (¿mafia?) en el poder. Es normal, la música no conoce de fronteras, ni se atiene a ideologías. Juan Gabriel y don Alberto volvieron a demostrarlo: su amor con México, que es el que importa, sigue siendo eterno.