Las naciones prosperan o decaen simultáneamente con su pueblo.

Joseph Pulitzer

No es la primera vez que se enfrentan. A veces AMLO pertenece a los rudos y otras a los técnicos. Pareciera que prefiere el ring establecido en las mañaneras de Palacio Nacional a enfrentar otros mucho más “rudos” como la CNTE, los taxistas y demás ralea.

Los pleitos de López Obrador con la prensa esbozan que en realidad es solo un luchador de vodevil; de aquellos que manejan las “poses” de las llaves y las caídas, sin recibir verdaderos trancazos. ¡Qué mejor escenario que donde solo existe un duelo de palabras!

 

El mote de “prensa fifí” quedará para la posteridad y con ello denigrar y descalificar cualquier comentario que venga de la misma. Caída desde la 3ª cuerda sobre la libertad de expresión. Los medios pueden decir lo que gusten, siempre será descalificado con un “viene de la prensa fifí”. En esta caída acompañan a Andrés Manuel unos bufones de la arena, como son el Corbatín Señor Molécula y la corredora Rubio-keniana.

Tal vez una de las mejores llaves y tácticas de Andrés Manuel es aplicar el escapismo a las “llaves” de sus contrincantes. La técnica consiste en aceptar la pregunta, tomar el micrófono y no soltarlo. Siempre va aderezada la respuesta de una frase simplona, pegajosa y una sonrisa Colgate (sí, producto capitalista). La respuesta dará giros inesperados, pero invariablemente terminará culpando al pasado o a la prensa de lo que pasa en la arena pública.

 

Con las explicaciones del presidente a lo que pasó en Culiacán, es la primera vez que se le ve un bastante desencajado (y hasta molesto) ante una prensa que hizo preguntas puntillosas y ahora sí no permite las salidas fáciles. Por lo visto, le aplicaron un “candado” al presidente del cual le está costando trabajo salir.

Esta vez no hubo risas de por medio y los reporteros, bien versados en los trucos, no han permitido caída sin daños para el luchador enmascarado de la 4T.

Más allá de las caídas que aún nos faltan por presenciar, tenemos que reconocerle al enmascarado la invención de las siguientes llaves:

 

La primera llave inventada por Andrés Manuel fue la famosa “lo que diga mi dedito”. Llave que no lastima al contrario, pero logra imponer la voluntad del enmascarado; es una llave inocente en su concepto, pero con una fuerza increíble que resulta imposible oponerse.

Llave aplicada especialmente a la delincuencia, la cual no ha demostrado su eficacia, aunque ha quedado en la mente del respetable público y se utiliza en peleas domésticas y bromas de cantinas.

 

Llave que no se cansa, sin embargo, cada vez queda menos claro ante qué es que no se cansa.

 

Ok, esas no las inventó él, pero parte del público conocedor y fan del enmascarado 4T las practica desde alturas insospechadas y con altos grados de dificultad en la ejecución de las mismas.

 

En esta lucha de palabras, donde todos dicen defender la libertad de expresión, pero donde la misma queda seriamente vapuleada (por uno y otra), los espectadores podremos tomar partido, algunas veces por el enmascarado y en otras por la prensa.

Pero les deberíamos exigir a todos un poco más de prudencia y a la vez mucho de verdad.

Hoy, que el presidente dijera el nombre y apellidos de quien capturó al Chapito, sí es un grave error de su parte. No ayudó que la opinión pública estuvo exigiendo conocer esa información.

Concentrémonos sí, en pedir la verdad y dar la verdad, pero para aquello que importa y pueda hacer una diferencia. El público lo merece, la nación lo exige, los ciudadanos, en general, lo agradecerán.